Vida en movimiento
Hay algo paradójico con los nuevos medios digitales y sobretodo con los smartphones, sean blackberries o iphones.
Y es que a pesar de que la in-diferenciación se suele asociar con las telecomunicaciones globalizadas, porque todo es subsumido en el embudo de la Web y los celulares, por otro lado el copyrigth, las patentes, las pass y sus regímenes de exclusión correspondientes siguen reforzando la dependencia geográfica de sus determinaciones.
Es decir somos incluidos y excluidos en un mismo movimiento, somos conectados para ser desconectados, somos arrastrados para ser soltados.
Celular en mano los transeúntes circulan y preguntan adonde, cuando. Las madres, los tios, los oficiales, los dueños apuntan y apretan y que dios los ayude.
Van en trenes, en aviones, en tanques, van apretados, libres, van sentados, resignados, alegres pero el indice apunta y se clava, una y otra vez, marcando un trayecto, dejando una estela.





Hoy en día deberías pensar desde las intersecciones, no desde esa ciencia particular que aprendiste en la facultad.
Nací después de 1964 y antes de 1970, por lo que deberían ubicarme en la columna «generación bisagra».
Hoy estuve aprendiendo a ver los dibujos de los pacientes psiquiátricos desde una perspectiva que me era desconocida: girando la hoja.
Posiblemente Juan Manuel de Rosas aún estaba escondido en la casa del embajador ingles, preparándose para viajar a Inglaterra, cuando Sarmiento tuvo su reunión con Justo Jose de Urquiza.
Los americanos son pragmáticos. Al pedo, pero pragmáticos.