Sobre Facebook IV
Posiblemente la cultura humana haya comenzado con la creación de entornos objetales: collares de caracoles, estatuillas, utensillos.
Quien los controlaba adquiría poder en su grupo. Quizás la imagen de la Venus de Willendorf haya sido mas que un mero objeto decorativo.
Hoy nos envuelve otra capa: el entorno electrónico, es decir el molde invisible en el que nos recreamos como sociedades a distancia, que se plasma en una extensísima red de medios y mediaciones.
Estas redes se caracterizan por su informacionalización (Lash), es decir, por ofrecerse como matrices de paso de fluidos de datos momentáneamente significativos o mejor dicho “puntos de fuga” de novedades, de enlaces, de encuentros, de inspiraciones, de memorias, en fin, de lo que nos va sucediendo como sociedad, aunque en su permanente aceleración no logran convertirse en discursos, en análisis de peso, en juicios meditados.
Sobre Facebook III
En los teóricos anteriores dedicados a pensar las redes sociales en Facebook vimos que, cuando encontramos situaciones complejas en la que participan un número significativo de componentes relacionados entre sí (personas, máquinas, palabras, células, etc), éstos tienden a auto-organizarse, haciendo emerger propiedades no previstas y muchas veces de una inteligencia más productiva, como analiza James Surowiecki (2004) en “The Wisdom of Crowds: Why the Many Are Smarter Than the Few”.
Bien. Uno podría entender que un grupo de hormigas formen un hormiguero, o un grupo de células un gusano de unas pocas células…. pero en las sociedades humanas ¿Que es eso de que “emerja” una propiedad nueva?
Sobre Facebook II
En la conversación que tuvimos la semana pasada les propuse recurrir a algunas metáforas para empezar a acercarnos a Facebook: como organismo, como ciudad y desde la mirada de un niño.
Hoy, en parte por falta de ideas mejores, en parte por cierta premeditación del programa, quisiera profundizar estas comparaciones, aunque esta vez necesitaremos marcar algunas precisiones, apuntando a centrarnos en nuestro objeto de investigación: Facebook.
Porque no alcanza con asombrarnos con Facebook, ni es suficiente describir cada vez mas detalladamente un sitio que cambia completamente cada minuto: mi propuesta es intentar arrimarnos a las reglas que explican todo este proceso y permiten algunas predicciones, lo que después de todo es el objetivo central de las ciencias.
Sobre Facebook I
Casi todos nosotros, antes o después, fuimos ingresando a la “red de amigos” que ofrece Facebook y ahí nos quedamos.
A decir verdad no es lo que sucede siempre: la mayoría del las veces las personas que utilizan Internet se suscriben a decenas de plataformas a las que raramente regresan, pero sin embargo Facebook, como las callecitas de Buenos Aires, tiene ese no se que nos ha hecho volver y quedarnos.
¿En qué consiste ese “nosequé”? Mejor reconozcámoslo desde el principio: nos gustan las cosas extrañas como integrarnos a “grandes grupos” de los que ansían lo inusitado o a bandadas de amigos completamente desconocidos, nos encanta quejarnos del aire de la atmósfera y alentar causas perdidas o no tanto, nos apasiona urdir en genealogías que nos den algun origen (desde compañeros de la primaria a parientes en la Luna misma) pero sobre todo amamos persuadir.
Persuadir es un arte, desde ya, que consiste en que otros hagan o dejen de hacer. Muchos llaman a eso Poder, pero no nos vayamos por las ramas (al menos por ahora).
Riñones en la cabeza
Nacemos con un riñón de más. O mejor dicho con dos mitades renales de más. Es que esas dos mochilas que llevamos adentro de la espalda tienen reservas celulares que se mantienen intactas añares, para que las empecemos a usar luego de cruzar el medio siglo de vida. Como las reservas de los ejércitos, que aparecían cuando la infantería era aplastada por el enemigo, para que la batalla siguiera un poco más.
Sin embargo no siempre es así: en esta época de sobreinformación los tóxicos de las gaseosas, los aminoácidos, el stress, el síndrome metabólico y la vida maquinal oxidan estos repuestos antes de que podamos usarlos.
Agotados los riñones aparecen entonces la hipertensión arterial y toda su saga: cefaleas, infartos, accidentes vasculares, dietas y pastillitas.
Vida y muerte en las grandes ciudades
Este 2 de abril fue feriado y estuvo bien nublado.
Era la tarde cuando la TV todavía festejaba casi indisimuladamente la muerte de Alfonsín (bastaba ver al vicepresidente en ejercicio saludando a los balcones desde lo vitoreaban con un “cobos-cobos”).
En el supermercado la clase media se disponía en largas colas de carritos a full, rumbo a las pobres cajeras que se espantaban de los productos que todavía les quedaban por pasar.
Yo estuve leyendo Vida y muerte en las grandes ciudades de Jane Jacobs donde se puede descubrir porqué los políticos son tan intercambiables y los habitantes tan repetitivos: la diferencia está en la matriz de miradas y las miradas, dice Jacobs, están siendo alisadas.
Argentina, argentina!!
La primera sospecha de que podía des-argentinizarme la tuve en el año 2001 cuando casi todo se lo llevaron los bancos y sus socios.
No era moco de pavo, eran muchos años de trabajo. Junto al crack argie, la BNL (Banca Nazionale del Labora) se la agarró con mi falta de asesoramiento adecuado y convirtió una deuda de 2K dólares (la heladera y el lavarropas) en 24K dólares mediante enjuages financieros que solo ellos entendieron. [Read more…]
Criaderos
Los “fit lots” están extendiéndose como una pandemia. Nada ni nadie está ajeno ni a salvo. Ni las viejas iglesias.
Se cruza una puerta, se sienta uno confortablemente y ya, sin saberlo, se está en un fit lot.
¿Que cornos es un fit lot? Pues parece que es un “criadero intensivo”, pero es sobretodo un concepto que sirve para optimizar la producción de carne.
Veamos: una hectárea de campo puede engordar 3 vacas “extensivamente”, pero en el fit lot mil o más serán obesas en poco tiempo.
Comerán preparados en polvo, recibirán inyecciones de anabólicos y antibióticos y rápidamente estarán servidas en la mesa.
Los fit lots vacunos ofrecen una metáfora de los “criaderos intensivos” que habitamos en estas urbes informatizadas: los fit lots para bajar de peso, los fit lots para hacer turismo, para asumirse fanático, para plantar soja o para comer hamburguesas, entre tantos otras cosas posibles.
Facebook en la penumbra
Las sombras aparecen en lugares bien raros.
Platón las soñó en una caverna habitada por unos cautivos que, de tanto ver siluetas contra la pared del fondo, se terminaban creyendo que existían en sí, no que eran los bordes de objetos que se interponían entre ellos y el sol.
En la pesadilla, esos prisioneros identificaban su existencia misma como sombras y solamente cuando uno de ellos (Sócrates) escapaba, descubría a los “objetos” del mundo: las sombras eran de ahora en más solamente el reflejo de un mundo exterior y real. Hay otras versiones, pero me acordé de esta.
Sea como fuere se inauguraba así, con esto del salir de la cueva, ese mito de que cada uno es libre de pensar lo que quiere, de que cada uno hace lo que quiere y de que cada uno debe “conocerse a si mismo”: cada cual debe saber que tiene un cuerpo que detiene los rayos de luz.