Hoy empezaron los juegos del mundial. Los juegos del mundial de fútbol, en Brasil. Los locales ganaron 3 a 1. ¿Pero, de que juegos hablamos? Porque hay muchos juegos. ¿Como nombrarlos? Es difícil, pero quizás se pueda decir que hay dos tipos de juegos: los limpios y los otros, los sucios.
Un juego limpio es aquel en el que los jugadores acuden a un encuentro donde unos y otros intentarán superar obstáculos y lo harán dispuestos a aceptar las reglas. Las reglas del juego, si. La constitución. Las hinchadas juegan un partido. Los dirigentes otro. La ciudad juega juegos; sus vendedores ambulantes, los trapitos, los estacionamientos, las cadenas de televisión, los huelguistas.
Pero juegan según las reglas. Porque si los jugadores de fútbol toman la pelota con la mano no vale, porque pegar patadas desaforadas no vale, porque es gol cuando la pelota pasa la linea de meta y no antes. Pero tampoco vale si los trapitos no cuidan los autos, o las televisoras incrustan publicidades en pleno gol o los huelguistas tienen otros fines que no son los expresados en el reclamo.
Es decir: están los juegos limpios y los juegos sucios. En los juegos ensuciados los que se divierten son solo una parte de los jugadores que no están dispuestos a respetar las reglas, a excepción de que sean las que ellos mismos vayan poniendo y si es posible durante las mismas vicisitudes del juego. Los demás padecen el juego: antes, durante y después.
Por ejemplo los políticos juegan y piden resultados. Resultados del juego: “que salga campeon Banfield”. No solo por las apuestas, pero las apuestas son importantes. Las apuestas son de los mas importantes juegos de este mundial y de casi todos los juegos, aun los de los barrios. Pero en este mundial son muy importantes. Porque hay muchos juegos junto al juego del mundial, pero las apuestas siguen, día y noche, todos los días del años.
En Argentina el fútbol es auspiciado por los casinos. En las camisetas, en las publicidades. El PRODE es un juego, donde 30 clubes recaudarán mucho más que 20 según los actuarios. Los traga-monedas son un juego, donde la recaudación será en el Hipódromo de Palermo como en los mejores de Texas si los sonidos, las luces y el ambiente distorsionado permiten a los ludópatas quedarse toda la noche exprimiéndose. Hay mas traga-monedas en esa sala de juegos que muchos de los “mejores” del mundo. Nestor Kirchner inclusive lo obligó a poner mas traga-monedas para que hubiera traga-monedas para todos y todas.
Pero en la activa provincia de Buenos aires, pese al articulo 37 de su constitución, las cosas también van muy mal y desde hace tiempo: Solá y Scioli les donaron a los casinos 10 años sin pagar licencias en una provincia en el que el 40 % de la recaudación de Codere a nivel mundial se extrajo de sus vecinos.
El juego es un gran negocio, el de las apuestas digo. En Argentina 2500 $ año por ciudadano es lo que recaudan las empresas de traga-monedas, bingos y demás y gracias a Menem recaudan el 80 % de la apuesta, no el 20 % como era antes.
Mas allá de las fronteras también: Los casinos están prohibidos en Brasil, por eso hay mas de 100 en la provincia de Misiones.
Los políticos son grandes jugadores: enormes masas de votantes se entregan obligatoriamente al juego de la democracia y apenas termina el recuento descubren una y otra vez que uno de los equipo cuenta con los árbitros en la defensa y el ataque cobrando a su favor, y una asociación de fútbol dispuesta a cambiar las reglas si el partido se complica. El fiscal que investiga recibe una tarjeta roja y al juez que destruya pruebas o las duerma en su cama se le entregará una placa recordatoria al final del encuentro. Así vivimos en Argentina: tratando de adivinar que reglas va a cambiar el referee, que reglas va a crear en la mitad del segundo tiempo.
La teoría del juego ha demostrado que el gran Adam Smith estaba equivocado. O lo hemos leído mal: la mano invisible de la organización social no deriva del sano egoísmo de los ciudadanos libres jugando el juego de la civilidad, sino de las reglas del juego que los encorsetan y que cambian continuamente sin que puedan intervenir.
Hoy empezaron los juegos y el gran juego sucio de la política argentina es, (ademas de las coimas a cambio del pasivo ambiental, el tráfico de drogas y personas y la construcción en altura) el juego. Los juegos de las apuestas empezaron hoy y los pagos, hay que reconocerlo, fueron limitados, porque Brasil era el gran favorito. 13 a 1.
En fin, sigamos viendo el Mundial, que todas las leyes del negocio del juego se renovarán como sucede año tras año entre navidad y año nuevo, mientras estemos festejando sanamente y en familia.