Los 3 kirchnerismos

Naranjo en flor, un tango de 1944, dice: “primero hay que saber sufrir después amar después partir y al fin andar sin pensamiento”

El llamado kirchnerismo, que no es otra cosa que una de las formas de autodenominado “peronismo”, habría re-editado aquella letra a nivel nacional y quizás podría ser algo así:

“primero hay que tener temor, después tomar el poder después usufructuarlo y al fin andar sin pensamiento”

Yo creo que así se puede entender la tragedia de la última década. Al kirchnerismo hay que cortarlo en tres bloques, en tres cachos, cada uno con sus reglas internas y sus atributos, inmezclables unos con otros.

Hay un primer kirchnerismo que teme ser descartado y se alía a los poderes republicanos (justicia, prensa, grupos económicos agroindustriales, sectores de DDHH, expiqueteros). Es el período nestorista donde el Canal Encuentro es la pluralidad de voces, donde Clarin es hiperoficialista, donde el simulacro es detectado por muy pocos y la compra de voluntades va alimentando lentamente una gran caja central.

Hay un segundo kirchnerismo que sale a tomar el palacio, que remueve a los viejos guardianes democráticos, que ignora a Duhalde, que rompe lanzas con los barones del conurbano y con vastos sectores del sindicalismo y que se alía con los puntos de paso de la soja, las mineras y el petróleo, que por entonces tienen precios inimaginables. Es el fin del nestorismo y el principio de nestor-cristinismo, es Lenin tomando los medios de transporte, época en la que los kirchneristas dejan de discutir dentro de la política y cambian de estado, de nivel, para crear una polarización con grupos imaginarios (monopolios, grupos y “culpables” de todo tipo).

No soy ingenuo respecto a que nada de esto podría haberse plasmado sin el OK de la embajada, que necesitaba una línea de comando simple para controlar el patio trasero. La década K se cierra con un tercer momento, el tercer kirchnerismo, el actual, el stalinista, donde se ejerce la concentración de poder abiertamente desde un living histérico y donde las correas del nosotros/ellos mueven fondos públicos hacia unos sectores aliados.

Este tercer y último kirchnerismo inicia la activación de  los mecanismos de usufructo y des-argentinización que se le han exigido. Se entrega el territorio a China, se licuan los fondos de los Lazaro Baez en largas operaciones de lavado, se abren las fronteras a lanchas y avionetas que llevan cualquier cosa, se lacamporiza, se obsecuentiza a millones de personas mediante planes sociales miserables, y ahora, con la vuelta de tuerca de la nismanización, la bigdatación colectiva, el pacto con los distribuidores de cocaína y la desrepublicación general se llega al neo-fascismo argie modo siglo XXI, es decir en modo K.

Dicho esto uno no puede dejar de ignorar las cosas que se hicieron bien, pero las mas de las veces de un modo mustio y muchas de las veces desde abajo. Hay que reconocer que todo el dispositivo es muy burdo, pero sin embargo ha funcionado.

Así hay que entrarle al análisis de estos años y así, con esta idea de los tres momentos del kirchnerismo, se puede responder a tanta chicana de sobremesa, ahora que viene la fase de andar sin pensamiento.

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