Muerto Peña Viva Peña: es verdad que ahora que palmó todos eramos su amigo.
Si, es mas fácil adoptar como ídolo a un muerto, hacerlo depósito de fracasos, miedos, esperanzas.
De algún modo ya lo habíamos matado, y él mismo se había matado al hacerse portavoz de lo indecible: el progresista que vota a macri, el concheto que adora vestirse con portaligas o el puto que logra ser aceptado, cosa que ninguna puta se permitiría realmente.
De algún modo FP funcionó hasta acá como un che guevara siglo XXI: como aquel quería transformar la realidad este quería reciclar la ficción, como aquel fusilaba a sus propios camaradas si era necesario, éste mandaba al frente a su mismísima madre.
Nunca lo vi FP, pero un par de veces tuve que estacionar el auto porque no podía seguir manejando.
Es verdad que para algunos que andan con las camisas bien planchadas todo el día, su voz en la radio era de esa frescura que se ve en los avisos de jabón en polvo.
Será que acabo ver el programa de Petinato en el que lo tienen de movilero en el cielo (o infierno?), comentando como les va a los recientes muertos de estas jornadas de invierno: Garcia Hamilton, Alejandro Doria y Oscar Ferreiro o anda a saber qué, pero se me ocurrió que la próxima Tertulia de la Complejidad podría convocarse alrededor del tema de la muerte, del morir en los medios, de las medias muertes, de lo complejo que se esta volviendo morirse del todo o vivir del todo.
Se aceptan sugerencia, claro.