La información es una herramienta de guerra y sino al menos para andar peliando, como me acusa la patrona.
En 1943 y con esto en la cabeza se fundó en la Habana del azúcar y los casinos la SIP, la Sociedad Interamericana de prensa, que la CIA se apropió años después para incorporarla a su cinta de producción de data antisoviética.
Se definía como Sociedad Interamericana de Prensa y aun asi lo hace, pero al poco tiempo de su cooptacion ya formaba parte de la red de medios bajo control de un cartel de grandes corporaciones americanas.
Igual que en La Habana de aquellos años, esta ciudad autónoma de Buenos Aires no fue ni es ajena a este movimiento de formaciones culturales resignadas o emergentes y para muestra están los periodistas patricios argentinos que fueron a llorisquearle a la SIP estos días y quizás está bien que lo hagan, que por algo son patricios.
Participan así de esas negociaciones en las que cambian históricamente los dueños y los excluidos, en las que emergen continuamente verdades dominantes y opositoras (1) y donde continuos procesos de territorialización modifican las vida y muerte en las ciudades, como le precupaba a Jane Jacobs.
Esto es mas cierto aun en plena marea de globalización “informacional”, época en la que el vínculo de la sociedad ya no es social sino comunicacional y “a distancia”.(2)
No son los barrios, las bibliotecas, los clubs o los cafes el siglo XX donde se vive, sino en sus upgrades ficcionales: pantallas de videojuegos, “comunidades” virtuales, transportadores de todo tipo, burbujeos de twitts y SMSs donde se anidan y florencen las imagenes de la neoTV y sobretodo en la alabada juventud que se disputan los presidentes, que ignoran que los jovenes van “allí” a ver, pero que les importan un pito sus tácticas y estrategias de vejestorios.
Pero bueno, no me meto con lo que fui, ni festejo ni deploro esta evolución cultural, mas bien me pregunto hacia donde se mueve la información excesiva, donde se apoyan las armas de las nuevas batallas, de que están hechos los nuevos lugares de la contienda.
Digo que la cuestión de los espacios y sobre todo el concepto de Lugar es clave para entrarle a la complejidad del mundo en que vivimos, (aunque la verdad es que no existe consenso para definir conceptos que han sufrido una extensa inflación polisémica).
Que es el espacio? En la vida que experimentamos es evidente que existe un gran espacio, mas o menos ajeno, mas o menos extenso, que contiene a las realidades posibles. El espacio está relacionado con la idea de viaje, de transporte, de movimiento. Es un entre, un desde, un hacia.
Los escolásticos lo habían llamado “spatium”, es decir que lo entendían como distancia, como un hueco entre dos puntos, un intervalo, un vacío.
Lo diferenciaban así del locus, el “lugar”, que era la parte del mapa que señalaba donde existía lo construido, un adonde llegaba tarde o temprano el cuerpo de su viaje para expresar una identidad, sus relaciones y su historia.
Territorio es la conversión, el movimiento de llegada: es el caballo que cae finalmente en su casilla. El territorio es la coyuntura que mueve el vinculo entre espacio y lugar.
Si no estoy equivocado en la SIP el espacio viene a ser el “inter”, el lugar lo americano y la territorialización el proceso de conversión de uno en otro.
No estaban tan equivocados cuando fueron por la sociedad interamericana de prensa, ni tampoco cuando la mantuvieron viva, aun cuando los soviéticos pasaron a ser de los mas grandes capitalistas del planeta.
1 Williams Raymond . The Long Revolution. London and New York: Columbia University Press. (1961)
2 Lash, Scott Crítica de la información. Amorrortu: Buenos Aires. (2005).