Bienvenidos a una nueva versión del TEX dedicado a Redes Sociales que venimos coordinando ya hace una década en esta #fsoc. Pueden sumarse en el grupo de Facebook y en Twitter vamos a usar el hashtag #TEXREDES19. El que lo desee podrá crear la versión Instagram.
Hemos tenido la suerte de la continuidad y la discontinuidad, ya que el programa ha ido virando como más o menos lo han hecho las novedades y los acontecimientos en este campo: así con el tiempo trabajamos los Panamá Papers, la aparición de la BigData, las matemáticas de Youtube, etc.
En este año, como siempre, vamos a empezar con el tema de la complejidad social, abordándola luego y en los siguientes encuentros desde una triada formada por redes, territorios y juegos.
Estamos hablando de lo social y de la complejidad, es evidente que ambas cuestiones están más que relacionadas, pero para empezar por algún lado, y como definir lo social sería casi imposible, arranquemos por lo complejo.
Que es la complejidad? Realmente no lo se, hice mi primer curso sobre Ilya Prigogine a los 20 años con Diego Hurtado y si bien ahí pude entrever algo hoy definirlo es bien difícil y quizás más que entonces. A lo mejor el problema sea creer que hay algo como la complejidad y que en el fondo sean muchas cosas a las que les ponemos el mismo nombre.
Sea como fuere, si la complejidad está en nuestro lenguaje y nuestro lenguaje está hecho de los medios que nos atraviesan, hoy los medios que nos atraviesan son las plataformas y las redes de marcas GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft).
Pero no fue siempre así: las ilustraciones habían ya creado la botánica antes la Revolución Francesa pero aún las ciencias no estaban desarrolladas. Habría que esperar a los científicos del siglo XIX para que nos inventaran una ciencia en modo fotografía. Simple, dos variables atemporales relacionadas, como las partes de una foto. Por eso Taylor pudo decir cómo debía ser la pala ideal para levantar carbón. Y no mucho más.
El salto siguiente lo dió Einsten, cuando en el primitivo cinematógrafo pudo ver películas que no se proyectaban siempre a la misma velocidad y así se le ocurrió lo de la velocidad de la luz y que todo depende de la relatividad, es decir de la velocidad a la que se ven las cosas.
Así llegamos a mediados del siglo XX, cuando se hicieron las Conferencias de Macy. Hasta entonces se trataba de usar la herramienta de probar con cambios de velocidades u otras variables y ver que sucedía. No dejaba de ser el viejo mundo de los autores, de los promedios, de la búsqueda de la campana de Gauss.
Pero termina la II Guerra Mundial y muchos dicen que las cosas van muy mal. Ahí vamos a tener la invención de la transdisciplina y la pregunta de cómo funcionan las cosas, sin simplificarlas. El medio ya no era el cine, sino la TV y la radio, un caos de programas que empezaban y terminaban unos despues de otros, sin relación entre sí, en un infierno fractal del que no iba a salir mucho mas que todas las teorías del caos, de las catástrofes.
Así estaban las cosas: el mundo de los atributos estaba clausurándose en cuanto a su posibilidad heurística y nada nuevo aparecía con la fuerza suficiente. Sin embargo esos son los mejores momentos y va a ser en ese periodo en el que sea a proponer que ese mundo caótico es fractal. Se empezaron a ver fractales por todos lados, desde la forma del cuerpo humano hasta en la distribución de la población de conejos en un espacio determinado.
Y bueno, el siglo nos agarró a todos con notebooks en los escritorios y eso nos llevó al UCINET y el Gephi y esos esos programas que vamos a ver en un iphone, es decir en el ecosistema en el que va a nacer la ciencias de las redes sociales.
La distinción principal es que nos estamos moviendo del mundo de los atributos al mundo de las interacciones, redológico, es decir de los promedios a la distinción de lo importante, así que acá deberían detenerse y repasar a Wilfredo Pareto, al efecto Mateo, la Ley de Zipf y todo lo que les sugiera Google, especialmente el libro Linked de Barabasi.
El mundo de los promedios es el mundo de las estaturas, no funcionan así las cosas en la sociedad, en cambio el mundo de las redes, de los sistemas complejos el mejor ejemplo es el del dinero.
En un caso vamos a encontrar una campana de Gauss, en el otro una cola larga.
Decíamos que en las Conferencias de Macy se plantearon problemas que recién ahora estamos aprendiendo a resolver, pero en el medio la teoría del caos tuvo lo suyo. Descubrimos que la complejidad depende del camino recorrido, que la complejidad es una forma de crear información, que por eso la complejidad se organiza alrededor de accidentes encapsulados, que la complejidad hace que emerjan propiedades predecibles, por ejemplo que como hizo Durkheim se pueda saber cuántas personas se van a suicidar el mes que viene y que la complejidad, esto es muy importante para mi, tiene como zonas especiales donde se vuelve inteligente, crea orden del caos.
Estas cosas las terminamos siempre aprendiendo después, no? Hace siglos quizás 25 mil años vivimos segregados, todos creyendo que somos los mejores y resulta que ahora gracias a estas ideas una personas como Thomas Schelling pudo describir más o menos como personas coherentes terminan haciendo cosas extrañas como hablar de razas, crear campos de concentración o ir a guerras del tipo de ellos y nosotros gracias a un modelo interaccional.
Otro ejemplo de la época es Mark Granovetter que pudo decirnos matemáticamente como conseguir trabajo buscándolo donde menos lo esperaríamos. Bien este era el estado de la investigación hasta que empezamos a trabajar con redes sociales, gracias a los fisicos que vinieron a ponernos un poco de orden.
Vamos a ver en lo que queda del encuentro de hoy los pininos de redes, nodos, relaciones y grafos y con estos sobre la mesa vamos a hacer algunos ejercicios para que la semana próxima podamos adentrarnos más en este maravilloso asunto.
Hasta la semana que viene!
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