Muñecos malditos y no tanto (I)
En su novela de 2003 Reconocimiento de Patrones, William Gibson creó una treiteañera llamada Cayce Pollard que padecía una enfermedad bien extraña: sufría alergia a las marcas.
Incluso los logotipos en la ropa eran suficientes para que desarrollara un ardiente rush cutáneo, aunque sus peores reacciones eran provocadas por la mascota de Michelin, Bibendum.
Para alimentar más la paranoia se dice que el primer Bibendium estaba ahí, en un rincón oscuro de un taller de pueblo frances, cuando un mecánico logró reconocerlo en una pila de neumáticos, aunque posiblemente ese sea un mito más. [Read more…]