Netografía (II)
Dijimos en el posteo anterior que un influencer es simplemente un usuario prestigioso al que otros usuarios le reconocen determinados atributos (conocimiento, simpatía, imagen, talento, etc).
La consecuencia de ese reconocimiento es que los usuarios influenciables están dispuestos a asumir comportamientos o creencias nuevos (o sostener los contemporáneos) porque así lo sugiere el influenciador.
Para los especialistas en marketing es un santo grial que les reduce la carga horaria notablemente: llegan al estudio, le pagan al influencer que encuentran en un sitio de recomendación, y se pueden ir a jugar al tenis enseguida. Sus jefes saben que están pagando por algo medible y que hasta ahora a funcionado más o menos aceptablemente.