Encuentro en Comala
El viaje había sido breve, pero muy extenso.
_ Qué bueno que ya llegó. Usted sabe cómo lo estimamos y lo admiramos.
Acomodó su sombrero a un costado y se reclinó.
_ Finalmente nos encontramos! Ya no puedo ver su país, pero lo puedo escuchar. Y escucho tanta amabilidad… ya había olvidado la verdadera dimensión de esta gran costumbre.