Poner un punto de inicio es generalmente algo arbitrario. Indefectiblemente se dejarán cosas fuera. Cuando comenzó la co-operación? Podríamos remontarnos a la misma existencia de los mamíferos, al rol evolutiva de la prolactina y la oxitocina. O a la lenta aparición del lenguaje en los humanos, que ya son señales inequívocas de que somos seres cooperativos.
Pero no todo lo que reluce como co-operación lo es: los tiburones, peces evolutivamente diferenciados de los mamíferos, tiene comportamientos competitivos que a primera vista pareciera lo contrario: sin embargo, cuando se los ve revolverse unos y otros todos juntos lo que están haciendo es quitarse entre ellos la presa.
El taller y sus versus
Dicho esto volvamos a los humanos, volvamos a la Edad Media, donde vimos la aparición del Taller puesto en relación con los reyes y los clérigos.
Ahora bien, que se coopere en el taller no quiere decir que no se sea competitivo. Es decir, la colaboración en las sociedades no implicaría la abolición de la competitividad; y la razón es que las redes sociales están hechas de relaciones centrífugas y centrípetas.
Esta es la diferencia básica entre el socialismo creativo y el liberalismo conservador tan de moda en los medios de comunicación.
Vamos a colocar el inicio del cooperativismo en Occidente en el siglo XVII, cuando comienzan a definirse sus características centrales.
Vimos que los artesanos venían tensionándose poco a poco con las jerarquías católicas. Esa energía se libera durante la Reforma.
Una de las líneas que surge ahí es el cuaquerismo, que es un doctrina religiosa cristiana protestante basada en las ideas del religioso británico George Fox.
América, América
Los cuáqueros creen que la revelación divina es inmediata e individual y que todas las personas pueden sentir la palabra de Dios en sus almas. Sorprendentemente no tienen un credo formal, culto ni jerarquía eclesiástica.
Uno de los seguidores de Fox y vocero de estos procesos protocooperativistas fue el holandés Peter Cornelius Plockboy que en 1659 pública su propuesta en dos panfletos.
En ellos propone que las cooperativas son sociedades económicas para la “salvación de los pobres” y por lo tanto de naturaleza solidarista.
Fox creía que su utilización por la política las desvirtúa, haciéndolas perder su carácter universal. Son las primeras sociedades de ayuda mutua, como la Sociedad Religiosa de los Amigos.
Fueron perseguidos por oponerse al puritanismo de Oliver Cromwell, que asumió el gobierno inglés después de que liquidar a la monarquía.
Los seguidores de Fox rehusaban pagar diezmo a la iglesia, no juraban ante la corte, no se quitaban el sombrero ante los poderosos y no peleaban en las guerras.
En cambio, luchaban por el fin de la esclavitud, el tratamiento humanitario a los criminales, la atención a los débiles y pobres.
Perseguidos, algunos optan por trasladarse, instalándose también en las colonias inglesas de Norteamérica, entre los pioneros.
Plockboy mismo organizó en Manhattan, en 1664, una colonia agroindustrial de base precooperativa, que fue disuelta al poco de su fundación por órdenes directas del Gobernador inglés.
La generación siguiente estuvo formada por grupos en los que destacaban John Bellers (1654-1725) quien en 1695 hizo una exposición de sus doctrinas en el trabajo titulado: “Proposiciones para la Creación de una Asociación de Trabajo de Todas las Industrias Útiles y de la Agricultura”.
La industria enraizada
Los siguientes serían impulsores del socialismo creativo serían William King (1786-1865), médico relacionado con la viuda de Lord Byron y el comerciante Michel Derrion (1802-1850), precursores del co-operativismo de consumo.
Felipe Bauchez (1796-1865) y Luis Blanc (1812-1882), fueron los que pensaron e impulsaron el co-operativismo de producción.
En esta fase precursora del co-operativismo es necesario destacar de manera especial a dos destacados ideólogos: Robert Owen (1771-1858) y Charles Fourier (1772-1837).
Robert Owen, el autodidacta, industrial, innovador en técnicas y sistemas sociales, en el furor de la revolución industrial intentó llevar a la práctica sus ideas.
Organizó las colonias de New Lanark, en Inglaterra y la de Nueva Armonía en Estados Unidos. Creó la Bolsa de trabajo e instituciones sindicales de alcance nacional.
El francés Fourier llevó sus concepciones quizás más allá de sus propios límites. Su obra el “Falansterio“, una comunidad de producción, consumo y vida nunca pudo plasmarse, aunque no dejo de ser inspiradora.
El Viaje a Icaria de Etienne Cabet (1788-1856) también funcionaba como un punto en el horizonte que aliviaba la melancolía del trabajador.
En todas estas obras se puede observar un profundo deseo de organizar la sociedad en una forma más justa y fraternal, eliminando las diferencias de orden económico por medio de procedimientos de propiedad comunitaria y de trabajo colectivo.
Hacia el diseño de experiencias de vida
El contexto era la revolución industria durante la cual se habían vivido transformaciones sociales que aún no podía ser adecuadamente mensuradas.
La revolución industrial fue sobretodo una transformación de máquinas antes que de mentalidades, que creó mentalidades maquínicas.
El vapor aplicado a toda clase de maquinarias y el de la lanzadera y la hiladora mecánica que transformaron la industria textil.
Las principales reacciones fueron:
- Los destructores de máquinas, reprimidos por el Estado
- El sindicalismo
- El co-operativismo
En Inglaterra muchos trabajadores no siempre recibían su salario en dinero, sino en especies, con las consiguientes desventajas de mala calidad, pesa equivocada y precios muy altos.
Aun en el caso de que recibieran el salario en dinero, por ser este demasiado bajo, obligada a los trabajadores a someterse a los tenderos que por concederles crédito exigían un valor mayor por la mercancía, junto con las demás circunstancias desfavorables que acompañan a esta clase de ventas a crédito.
De esta manera, los trabajadores pensaron que uniendo sus esfuerzos podrían convertirse en sus propios proveedores, originándose así la idea de las cooperativas de consumo.
Por otra parte el desempleo movieron a otros grupos de trabajadores a organizarse en cooperativas de producción y trabajo, que hoy se denominan trabajo asociado.
Uno de los tantos puntos de inicio
En la ciudad de Rochdale (Inglaterra), dedicada por mucho tiempo a la industria textil algunos trabajadores pensaron que debían agruparse y se constituyeron en una organización para el suministro de artículos de primera necesidad.
Para llegar a ese objetivo debieron ahorrar cada socio en la medida de sus capacidades, logrando así reunir un pequeño capital de 28 libras esterlinas y con ese limitado patrimonio, fundaron una sociedad denominada “De los Probos Pioneros de Rochdale”.
La mayoría de estos hombres eran tejedores y en el grupo figuraban algunos más ilustrados que habían tenido participación en otras organizaciones de beneficio común.
Para el 21 de diciembre de 1844 abrieron un pequeño almacén, en la llamada Callejuela del Sapo. Para sorpresa de los comerciantes que desconfiaban del proyecto la incipiente institución fue desarrollándose e incluyendo en su organización a muchas personas inclusive de localidades aledañas.
La sociedad se basó en:
- Un miembro, un voto.
- Igualdad de sexos entre los miembros.
- Solo las provisiones puras se deben vender, en peso y medida completos.
- Los dividendos son distribuidos de acuerdo de la cantidad de compras realizadas por cada uno.
En los próximos posteos vamos a ir viendo cómo el socialismo creativo de este siglo puede ofrecerse como un modo de remediación, construyendo puentes, relaciones, puntos de expansión y de nuevas pautas de conexión, inspirándose en aquellos pioneros pero también en nuestros primos los mamíferos acuáticos mas sabios.
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