Hay unos objetos residuales en la ciudad de Deir el-Medina. La ciudad que escarbaron los arqueólogos en la arena seca del desierto egipcio.
Pedazos de piedra caliza donde los que podían escribían sus cotidianidades, tales como cantidades de grano, ganado, harina o vino que les debían, recriminaciones de esposas a sus maridos, parodias de las habituales escenas de las élites y hasta fórmulas matemáticas, gráficos de cirugías o planos de tumbas. Ahora esas mismas cosas se escriben en las pantallas de los celulares.
Pienso en las continuidades y discontinuidades en ese juego de la transmisión y la variación. Pienso en cómo fue posible que después de 5000 años tantas preguntas sigan vigentes y al mismo tiempo tantas respuestas sigan firmes.
Retomando el posteo anterior la solución a estas preguntas creo que tiene que ver con los replicadores: un primer replicador (genes) construía vehículos (virus, bacterias, vegetales, animales, etc) para su propia propagación. Esos genes descubrieron una nueva forma de copiar a través de un nuevo replicador (memes mamíferos gestuales) que a su vez dieron lugar a la nueva maquinaria de replicación (memes humanos en soportes).
Los soportes replicadores humanos (bajorelieves, escritura, pintura al oleo, telégrafo, fotografía, cine, computadoras) han facilitado y promovido por medio de los códigos de programación la aparición de un nuevo replicador: software que interactúa con otro software, descartando los puentes humanos. Son los tremes, paquetes de datos, unidades transmisibles que adquieren sentido en las máquinas y entre las maquinas.
Los tremes se dedican a los puntos críticos de la sociedad humana. Ahí prosperan: compra y venta de acciones a velocidad, predicción del futuro climático o financiero, detección de las mejores ecuaciones para desenredar fenómenos caóticos, búsqueda de comportamientos claves, seguimiento de humanos, etc.
El núcleo del problema es que los coches o los libros son sustancias muertas pasivas de metal, papel y tinta difíciles de copiar y si se pueden copiar es muy complicado que modifiquen su información.
De hecho los humanos, mediante el copyright y las patentes se ocuparon de que esos soportes no cambiaran mucho a lo largo de sus vidas, sino de generación en generación.
Nuestras computadoras, a través de Internet, están empezando a llevar a cabo los los procesos críticos que se requieren para un nuevo proceso evolutivo:
1 – Manejan grandes cantidades de información gracias a los económico y abundante de la electricidad y el silicio.
2- Les es extremadamente fácil replicarla gracias a la nube y ubicuos sistemas de soporte de datos.
3- Logran generar variaciones por hibridación, por ejemplos hay programas que recombinan textos antiguos para crear nuevos ensayos o poemas, traducir textos o seleccionar entre grandes cantidades de texto, imágenes y datos y crear periódicos actualizados en tiempo real.
Se trata de un tipo radicalmente nuevo de copia, variación y selección de información y significa básicamente un nuevo salto evolutivo cultural. Una compuerta. Un punto de paso sin retorno. El mecanismo de copia es muy diferente al del ARN o los memes humanos y la información en sí misma es también diferente, pero en el fondo se trata de replicar y transmitir información.
El nacimiento de los tremes, el fin de la centralidad humana, el incremento (a niveles no comprensibles aún) de datos y información son los materiales con los que está hecho el nuevo escenario en el que todas las actividades y conocimientos humanos, tal como los conocemos todavía, continuarán prosperando.
Poco a poco seremos replicadores residuales.