Da un poco de cosa, no se, da tristeza, la cantidad de posteos en las plataformas con las mejores intenciones, textos y links que contienen de alguna forma u otra el cuento del FMI malo.
Mi versión, basada en la experiencia de la calle y las cantinas (mi primer marcha contra el FMI fue en plena dictadura), mi versión digo de las cosas es q la elite #macristinista, el grupo alternante, aliado a los bancos, empresarios proveedores del Estado, sindicalistas y obviamente a sus aliados fuera del país, se gastaron la que no tenían, se enriquecieron de un modo ofensivo y firmaron un pagaré con nuestro apellido. Un papel que ahora vienen a cobrarnos.
Son unos malditos, pero lo hicieron y nos ganaron, nos cazaron, nos metieron en grandes urbes y se dedicaron luego a extraer brutalmente lo que daba la tierra, ya fuera nitrógeno (soja), fósforo (pescado), carbón (trigo), vacas, chanchos, barros raros, petróleo o minerales de todo tipo desde los countries.
Todo lo extraen, le ponen el sello de la propiedad privada y lo graban. Del nieto del tano que se va los domingos a fumigar se ríen, como de los 3 pibes que quieren poner una zapatería y se la pasan llenando papeles, tanto como del que sale todas las mañanas afeitado y bañado a cortar el pasto con su carrito: no pueden creer que sean tan tontos.
Esta gente, esta elite, aceptémoslo de una buena vez, nos vendió como esclavos con las manos atadas atrás, nos mandó al circo romano a jugar con la pelotita, nos hizo corderos lavacopas, bailarines de club nocturno, nos cortó la lengua y los pies. Los que nos quedamos en Argentina sobramos, somos improductivos, somos el 60 %, quizás con una asignación de 100 dólares no los molestemos más, ya lo dirá Stanley o Cerruti, da lo mismo.
Quien no me crea baje con una soga al final hûmedo y nauseabundo de la grieta y después que me diga. Allá abajo mantienen estos seres sus contubernios, hacen sus conjuros, cosen sus carpetas, revisan las cintas de sus próximos shows.
Allá abajo, adonde llegan en helicópteros desde todo el país, se reparten lo que va quedando: ahora es el negocio de la basura, el 5G, el retorno de los subsidios y lo que de vaca muerta, pero además ellos no van a dejar nada por grabar con impuestos, el Sol o la lluvia misma si les fuera necesario.
Fue terrible lo que hicieron, quizás ahora ya ni lo sea. Por eso me da un poco de pena toda esa letra gastada en maltratar al FMI, cuando en 5 o 10 años esas mismas letras serán combinadas de otro modo para escribir letanías sobre lo que no nos presta el FMI, ni USA, ni vaya a saber quien.
Sea como fuere a la larga las próximas generaciones van a encontrarle la vuelta a esto y salir adelante, pero a millones de vidas se llevaron puestas esta gente. Que pena, si, que pena si se ve lo que pasó desde la esperanza que nos inyectaban en los 70 o los 80.
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