Estoy perdido. Se me van pasando los años juegovideando. Van pasando, como si fueran “niveles”, desde que me hice adicto al Duke Nukem.
Estoy desorientado, estoy en ningún lugar. Me pongo a pensar y escribo: los años algo van sedimentando, son como piedras en el fondo de mi mente.
Repeticiones, regularidades, saturaciones que van y vienen. No es que no haya hecho lo que me pidieron, !llegué a la universidad mamá! son estas sensaciones en los dedos, estos movimientos que me piden las pantallas que andan por todos lados.
¿Que son estas cosas extrañas que aparecen acá? Tendré que afinar mi búsqueda en esta realidad que es google.
¿La realidad? Que se yo. Pienso en los pibes con los que nos encontrábamos en las esquinas de Coghlan. ¿Donde están? ¿Se habrán caído por la tangente como yo?
Pienso; como generación podríamos haber llegado mas lejos: a Enstein se le ocurrió lo de la relatividad viendo el cine recien inventado.
Cámara rápida, lenta, normal… relatividad. Fácil.
¿Cual es nuestro “cine”? ¿Cual nuestra “relatividad” generacional? ¿Donde están nuestros einsteins?
Quizas los que nacimos en los sesenta hicimos nuestras creencias amasándolas con dibujos animados y los primeros juegovideos. Si ese es nuestro cine, ¿cual es nuestra teoría de la relatividad?
Manuel Frascaroli me pide en un email que escriba algo sobre los videojuegos, pero tendré que decepcionarlo otra vez. Tengo un pobre tesista embarcado en el tema: ¿acaso no podré ayudarlo?
Tantos dibujitos… ¿Podríamos haber creado algo como la gente, no? ¿No lo hicimos?
Los Autos locos, los Tres chiflados, La pantera Rosa, Meteoro, Astroboy, El hombre nuclear, Los invasores y mis favoritos Viaje a las estrellas y Batman dejaron su lugar luego a Tetris , Doom, Street Fighter, Mario Bros, The King of Fighters y Heroes II hasta llegar al Counter Strike, una rarísima forma de jugar al ajedrez.
Counter Strike no solamente fue para mí tan adictivo como los otros juegos, sino que me sirvió de excusa durante el 2001 para pasarmela en los cibers hasta tardísimo, a 1 dolar la hora.
Luego lo usé de tema en mi presentación en la Cordoba del 2002, en las Jornadas de Investigacion en Comunicación.
Aquel viaje a la ciudad mediterránea fue como una caida de tensión en mi televisor interno, un reinicio de tantos en mi sistema operativo.
Pero no soy yo verdaderamente, somos una red. Una trama de televidentes.
Con Jorge Arabito fuimos al zoológico cordobés aquel año: tratamos de reconocer en las jaulas algún programa de la tele. Apenas pudimos nos fuimos a interactuar con los monos. Inutilmente por cierto.
¿La vida es un sueño o un videojuego? ¿Los juegovideos expresan una cultura que a su vez los moldea? No puedo saberlo, porque acabo de perder la vida.
Según recuerdo a Platon se le ocurrió que las ideas tenían que ver con cierta reducción de las diferencias. Recolectadas unas características comunes había ahí una idea: por ejemplo en unos bichos con alas, plumas y patas con escamas se podía descubrir el arquetipo “ave”.
Salir de la caverna de las sombras rompiendo las cadenas era inventar o encontrar en la superficie de la vida formas, conocimiento, géneros.
Puesto a pensar, digo otra vez, algunas caracteríticas como “imaginación”, “inmersión”, “interacción”, “pantallas”, “achatamiento” o “redes textuales” pueden ser lo que destile del alambique de este mundo. Chau, otra vida perdida.
Algo parecido a la harina de mis pensamientos sale por mis dedos, una especie de cemento líquido con el que sostengo estos edificios fisurados dentro de mi cabeza. Leo: la información es poder, simpre y cuando esté actualizada.
OK madre, he adjetivado demasiado, pero ahora llego temprano y duermo en casa.
Si. Y no tanto, porque algo de lo que estoy hecho aparece allá, en el avatar que corre entre disparos de ametralladora. Me interroga, como si fuera una imagen que me replica en el agua del bebedero.
El jugador de ajedrez está apurado, otra vida perdida.
Apunto en facebook: “viva el duke nukem”, mientras reinicio la partida. Aprovecho y gugleo sobre que cornos es la epigenética que acabo de ver en un documental.
Los pendejos gritan en otra máquina con el fifa y la beba golpea con las patitas un redondel luminoso, que le reproduce la voz sintética de su madre.
¿Quien me saluda por la webcam? ¿Que robot ha leido mi último posteo? ¿Que hora es, pero donde? ¿Quien dibuja esos trazos del banner?
¿Aquellos bocetos? Son un copy and paste. Seguro.
Asi voy, borracho. ¿Es la niebla o somos nosotros?
Van pasando los años. Escribo: vaya a saber que cornos se me ocurriría si me pusiera a pensar.
agf
Como se podrian cruzar dos entradas en blogs? Falta una red
social o usar OpenID? Algo como publicar cruzado.
http://domingosrec.blogspot.com/2008/12/como-ropa-vieja.html