La ciudad viene siendo el nudo de tensiones que nos estiran a todos: mas al centro o en los bordes, auto o subte, vecinos o consorcistas, amontonados u organizados.
El asunto viene de lejos y fue captado por los primeros protosociologos del siglo XIX. Asi, en El Dogma Socialista Esteban Echeverría decía que “El Virreinato no era mas que una agregación de provincias ó de localidades dispuesta en miras de la mejor administración y recaudación de rentas; no era una Asociación, que solo existe entre iguales…”
Respecto a Buenos Aires: “quiero ante todo reconocer el hecho dominador, indestructible, radical de nuestra sociedad, anterior a la Revolución de Mayo y robustecido y legitimado por ella, de la existencia del espíritu de localidad”.[1]
Es que la ciudad de Buenos Aires en las décadas rosistas aceleraba su conversión en una ciudad moderna con ochavas, circunvalaciones (la actual Callao), “pulperías” donde conseguir artículos ingleses, numeraciones y especialmente espacios para jugar al anonimato o a la exposición.
Lo global y lo local, esto y aquello, conocidos y por conocer, sin embargo lo de “”infierno chico” es lo primero que me viene a la cabeza cuando la ilusión socialista se planta en mi cabeza.
En el libro “Muerte y vida en las grandes ciudades” Jane Jacobs propuso que es en los tejidos barriales de la ciudad donde existe más vida social.
Si, pero de que tipo? Un vecino acaba de podar el jazmín de la vereda para llevarse gratis un arreglo floral a la mesa. Otro venia con su bolsa negra y la deja tirada justo en la puerta de casa y se va silvando: claro, hoy no hay recolección de basura por un conflicto gremial.
Jacobs decía que estabamos siendo liberados/arrancados de esa matriz de miradas cuando las aplanadoras, grúas y mezcladoras de cemento venían a construir las ciudades para la movilidad y el tráfico continuo.
Se licuaban, desde su perspectiva, la retícula de microsignificaciones barriales que ella había conocido en el New York de posguerra.[2]
Materias o costumbres? Ingenieros o músicos? Medios o mediados?
El vínculo con la historia de las ciudades no se remite solo a sus soportes físicos: la fotografía, el cine y el cómic, han participado en la construcción de la imagen de la ciudad moderna.
Películas como Metrópolis (1929) que se han inspirado en el real de las ciudades y que al mismo tiempo han servido de inspiración para los proyectos posteriores, han demostrado que el futuro tiene un corazón antiguo, que en el imaginario termina constituyendo un patchwork de fragmentos ya existentes.[3]
Veo desde la parada del colectivo a 10 personas. Seis hablan con sus celulares, o le escriben cosas.
Como redefinen estos artefactos a la ciudad?
[1] Esteban Echeverría. Obras completas. Tomo cuarto. Imprenta y Librería de Mayo, Casa valle Editor. (1873).
[2] Jacobs Jane. Muerte y vida en las grandes ciudades. Ediciones Península. Madrird 1973
[3] Barichello, Tiziana and Migliore, Monica Non c’è futuro senza memoria di un passato: l’architettura in cento anni di cinema. Rel. Ronchetta, Alfredo. Politecnico di Torino, 2. Facoltà di architettura , (2006)