En la Grecia antigua aquellos vecinos que querían conocer su porvenir visitaban a las pitonisas, mujeres que vivían bajo los efectos de la intoxicación con metano y etileno lo que les permitían alucinar. Digamos ver el futuro.
Como los mensajes de las pitonisas eran complicados los sacerdotes de los templos hacían de traductores (y cajeros del peaje a ese conocimiento).
Cada ciudad tenía su templo de oráculos y con el tiempo un lugar donde se acumulabanlos tesoros recaudados. El control del futuro ya era un gran negocio hace 2500 años.
También en Grecia en el siglo VI antes de Cristo comenzó a desarrollarse un sistema de creencias pero basado en el pasado, eran patrones de conocimiento originados en experimentación, repetición y creación de modelos. La ciencia griega predecía el futuro en los engramas del pasado, mientras que las pitonisas se basaban en la percepción del presente de sus consultantes.
Sea como fuere la ciencia actual no solo continúa su lenta acumulación de empiria e hipótesis, sino que empieza a explicar qué sucedía con las pitonisas.
Retomando los temas del posteo anterior: ¿Las formas alucinatorias que Klüver clasificó tan meticulosamente tenían que ver con el futuro o con el presente? ¿Ya estaban ahí o profetizaban lo que iba a suceder?
La corteza visual tiene 5 áreas más o menos identificables. Cada una se caracteriza por una función. Se las ha catalogado V1 o primera, V2 o segunda y así sucesivamente.
La explicación aceptada propuesta es que estos patrones de Klüver resultan de cómo se representa el campo visual en la primer área de la corteza visual. La explicación en algo así: la imagen que recibe la retina y transmite a V1 (striate cortex) sufre una transformación de coordenadas a medida que se mapea en la corteza. La actividad neuronal tomará la forma de del engrama que activen según las neuronas que se disparen y las que no disparen.
Diagrama que muestra cómo las líneas en el campo visual (regiones circulares a la izquierda) se asignan a líneas en la corteza visual involucrada en el procesamiento directo de la información visual.
Bressloff, PC, Cowan, JD, Golubitsky, M., Thomas, PJ, y Wiener, MC (2002). ¿Qué nos dicen las alucinaciones visuales geométricas sobre la corteza visual? Neural Computation, 14, 473-491.
Acá es donde la explicación del mecanismo estocástico de Turing puede ser útil. El artículo original de Alan Turing sobre morfogénesis sugirió que los patrones resultan de interacciones entre dos elementos. Por ejemplo entre dos sustancias químicas que se propagan a través de un sistema. En lugar de difuminar uniformemente como un gas en una habitación hasta que la densidad sea uniforme en todas partes, las dos sustancias químicas se difunden a diferentes velocidades, lo que hace que formen parches distintos, con diferentes composiciones químicas. Uno de los productos químicos sirve como un activador que expresa una característica única, como la pigmentación de una mancha o raya, mientras que el otro actúa como un inhibidor, interrumpiendo la expresión del activador.
Turing reconoció que éste era un modelo muy simplificado de cómo surgen los patrones reales y si bien nunca lo aplicó a un problema biológico real ofrece un marco para crear hipótesis que expliquen lo que sucede a nivel neuronal.
En el caso del cerebro, Cowan y Ermentrout señalaron en su artículo de 1979 que las neuronas pueden describirse como activadores o inhibidores. Las neuronas activadoras estimulan a las células cercanas a disparar también, amplificando las señales eléctricas, mientras que las neuronas inhibidoras apagan a sus vecinos más cercanos, apagando las señales.
Los investigadores notaron que las neuronas activadoras en la corteza visual estaban conectadas principalmente a las neuronas activadoras cercanas, mientras que las neuronas inhibitorias tendían a conectarse a neuronas inhibitorias más alejadas, formando una red más amplia.
Esto es una reminiscencia de las dos velocidades de difusión químicas requeridas en el mecanismo clásico de Turing, y en teoría, podría dar lugar espontáneamente a rayas o manchas de neuronas activas dispersas en un mar de baja actividad neuronal. Estas rayas o puntos, según su orientación, podrían ser lo que generaba los patrones de Klüver.
La configuración de conexiones neuronales, el patrón de segmentos excitatorios e inhibitorios, parece ser la condición que permite que aparezcan las alucinaciones visuales.
Si las alucinaciones visuales geométricas, como las constantes de la forma de Klüver, son una consecuencia directa de la actividad neuronal en la corteza visual, la pregunta podría ser: ¿Alucinamos todo el tiempo?
¿Acaso las predicciones de las pitonisas tenían alguna relación con este proceso? ¡las intoxicaciones o los alucinógenos que utilizaban activaban la formación de patrones perceptuales que podrían servir como síntesis de procesos más complejos?
Voy a intentar seguir estas preguntas en los posteos siguientes.
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