Cada ciencia hace su fuerte en lo que controla y oculta. Los ingenieros viales la caída de los puentes, los abogados el delito, la meteorología los huracanes.
La medicina y los médicos la enfermedad. Todavía veremos médicos, ingenieros, abogados y metereólogos por un par de decadas, pero las cosas están cambiando.
Los médicos tuvimos nuestros buenos siglos con el monopolio de la enfermedad, si, pero eso está terminando.
Las empresas que empezaron con las plataformas de redes sociales y ahora se han lanzado al machine learning, la búsqueda de sentidos en la BigData y a la socialización algoritmizada han puesto su mirada en la enfermedad y eso no es una buena noticia para los médicos.
Algunos ejemplos: Mark Zuckerberg y su esposa, Priscilla Chan, recientemente anunciaron una inversión de 3 mil millones de dólares para curar todas las enfermedades que pudiera sufrir su hija Max; Sean Parker donó 250 millones de dólares para desarrollar terapias inmunes contra el cáncer y Google está desarrollando lentes de contacto para la monitorización de la glucosa en diabéticos.
Las tecnologías se despliegan exponencialmente: la próxima década verá más avances en medicina que todos los siglos anteriores. No se trata solo del Fitbit, impresión de órganos 3D y aplicaciones que siguen nuestros intestinos o estados emocionales allí donde vayan; se trata sobre todo de CRISPR (en inglés: clustered regularly interspaced short palindromic repeats) es decir la edición del genoma para acabar con las enfermedades. ¿Donde? No en nosotros posiblemente, sino en nuestro microbioma, esas poblaciones de bacterias que viven dentro de nuestros cuerpos y a las que castigamos durante un siglo.
En poco tiempo los antibióticos van a ser nuestros grandes enemigos, porque el microbioma pasa ahora a ser nuestro gran aliado. Como fue siempre en realidad.
La industria ha entrado en el campo de la medicina y su objetivo es eliminar la enfermedad en sí. Los médicos tuvimos unos buenos años con el monopolio de la enfermedad, las grandes empresas de datos nos la arrebataron.