En este encuentro conversamos con Guillermo Rodríguez, que nos propuso una versión documentada del populismo, especialmente en lo relativa a sus condiciones de producción y a los modos en los que se expresó en Sudamérica y especialmente en la Argentina en la última década principalmente.
(Lo que escribo abajo no es necesariamente una respuesta a Guillermo)
Bien, independientemente de las opiniones de Guillermo, quiero dejar por escrito que, en lo que a mi respecta, las contradicciones internas del autodenominado “kirchnerismo” son de resolución imposible, a saber:
Discurso nacionalista y realidad extractivista
Discurso productivista y realidad ensamblista
Discurso derecho-humanista reinvindicatorio setentista y realidad de pérdida de derechos directos y concretos (vivienda digna, posibiidad de ahorro, impuesto inflacionario decomunal, libertad de circulación y expresión, deterioro del medioambiente, etc)
Discurso antipenalista y realidad de los penales
Discurso antioligárquico y realidad de concentración económica inaudita
Discurso de izquierda y realidad de corrupción institucional reticular
Discurso pro-jóvenes para la liberación realidad pro jóvenes exitosos de la UCEDE, Shocklenders, etc etc.
Discurso democrático y realidad de recurrir a todos los comportamientos fraudulentos posibles.
Discurso de “izquierda” y realidad de apuntalamiento en las regiones cuasifeudales
Discurso de honestidad y realidad de corrupción a gran escala
Nada de todo esto es justificable con los latiguillos “reducimos la pobreza”, “en todo el mundo pasa”, “estamos arrodillados”, “no me encontraron las cuentas en el exterior”, “no se puede hacer sin el peronismo” o el infaltable “es tu opinión”, infaltable pseudo argumento que le aplica(ba)n a los interlocutores, pero no a sí mismos.