Clima artificial
Cuando los guerreros de los pueblos originarios mataban a los soldados blancos que invadían sus territorios cumplían luego algunos rituales.
Básicamente les cortaban las ropas y la piel mientras recitaban cantos sagrados, luego les despellejaban cabelleras para ornamentarse, seleccionaban órganos espirituosos y despanzurraban el abdomen, o sea los destripaban: dejaban así marcas que balizaban un pasaje de fuerzas, de espíritus, desde la víctima al triunfador en la batalla.
Los flechazos y el filo de los cuchillos hacían así de extensiones, de sistema litúrgico, de aduanas de almas.