Sobre Facebook I
Casi todos nosotros, antes o después, fuimos ingresando a la “red de amigos” que ofrece Facebook y ahí nos quedamos.
A decir verdad no es lo que sucede siempre: la mayoría del las veces las personas que utilizan Internet se suscriben a decenas de plataformas a las que raramente regresan, pero sin embargo Facebook, como las callecitas de Buenos Aires, tiene ese no se que nos ha hecho volver y quedarnos.
¿En qué consiste ese “nosequé”? Mejor reconozcámoslo desde el principio: nos gustan las cosas extrañas como integrarnos a “grandes grupos” de los que ansían lo inusitado o a bandadas de amigos completamente desconocidos, nos encanta quejarnos del aire de la atmósfera y alentar causas perdidas o no tanto, nos apasiona urdir en genealogías que nos den algun origen (desde compañeros de la primaria a parientes en la Luna misma) pero sobre todo amamos persuadir.
Persuadir es un arte, desde ya, que consiste en que otros hagan o dejen de hacer. Muchos llaman a eso Poder, pero no nos vayamos por las ramas (al menos por ahora).