La Corte Suprema obliga al gobierno de Bs. As. a darle una vivienda a una madre. Vive con varios hijos en la calle.
En Rosario se duplicaron en 2018 los casos de personas sin vivienda. En Mar del Plata veinte músicos homenajean a Ana Paula Vázquez. La mujer, en situación de calle, murió en el mayor abandono.
Asesinan a un hombre en situación de calle en Cordoba. En La Plata, Mendoza, Tucumán creció la cantidad de personas en situación de calle.
Hay doscientos mil indigentes sólo en la ciudad de Buenos Aires. Estas son noticias diarias.
Pero tambien son noticias, o deberían serlo, lo complementario y sus justificaciones absurdas. El precio del metro cuadrado en los barrios más caros de la Ciudad llegó a 2.624 dólares. Crece la compra de inmuebles y provoca una disparada de precios, falta de préstamos para la vivienda.
En la Provincia de Bs As existe la ley 13956 Programa de Asistencia Integral para Personas en Situación de Calle. La consigna del funcionamiento del servicio será “toda demanda debe tener una respuesta”.
350.000 inmuebles, es decir uno de cada cuatro existentes, están vacíos en Buenos Aires (no en Londres, donde si tendrían problemas sus propietarios), sin que eso le preocupe mucho al intendente, que se auto-define como un progresista de derecha.
Si suponemos 3 camas promedio hay lugar para que duerman dignamente 1 millón de personas y en una sola ciudad.
Miles de personas durmiendo en la calle pero se realizan fabulosas torres y barrios cerrados. Muchas veces o no las compra nadie o se ofrecen a inversores europeos. Esto es simplemente una sociopatología que bien podría describir Jacobs Moreno.
Cómo es que llegamos a una situación así
Al final de su vida Carlos Marx, quizás afectado por su viudez y la muerte de su hija, hizo afirmaciones que podrían sorprendernos.
Su principal preocupación era la libertad económica del individuo, comenzaba a considerar la emergencia de un socialismo democrático y estaba muy interesado en los patrones matemáticos a partir de las integrales.
Se trataba del Marx de la década del 80 del siglo XIX. Llevaba casi cinco décadas escribiendo, debatiendo y buscando un lugar en un mundo desigual que se lo negaba.
Su hipótesis central, consistía en que en el corazón del sistema capitalista existía una separación arbitraria y completa. Productor separado de los medios de producción.
En la medida en que no se restituyera esta divisoria no habría regeneración social. Pero no su condición.
Afirmaba que primero deberían eliminarse estas influencias dañinas. Así estarpian dadas las condiciones normales para el desarrollo espontáneo de la producción.
Lease bien: Marx proponía un desarrollo espontáneo, emergente, autorganizacional.
“and it must then be assured the normal conditions for spontaneous development”
Karl Marx: The reply to Zasulich
8 March 1881
Las condiciones de la autonomía y la emergencia
Pero estas condiciones dañinas no han cambiado mucho. Hoy una parte de la sociedad vive de sus inversiones, pero la gran mayoría vive de su trabajo. Y esos trabajos están siendo reemplazados por robots. Esto se puede ver en la distribución de las personas en el espacio y sus condiciones.
En paises como la India 400 millones de personas viven debajo de la línea de la pobreza.Los multimillonarios se multiplicaron por 4 en los ultimos 25 años básicamente gracias a la evasión fiscal, la venta de distorsionadores cognitivos como las drogas y los videojuegos y especialmente la especulación con los inmuebles.
Si la cuerda se sigue tensando la cohesión social estará en peligro. algo que vemos por todos lados: leyes contra los extranjeros, muros inter-nacionales, populismos lepenistas, campos de refugiados, migraciones masivas, etc.
Ya en los países centrales de Occidente el 10 % de la población tiene deudas impagables, un 10 % es extremadamente rica y el 80 % no tiene mucho más que seguir nadando contra la corriente para mantener su casa o la posibilidad de alquilar.
La gran novedad desde la postguerra es que la clase media que vive en paises a sido arrojada a la desigualdad por las elites, demostrándole lo que en realidad pensaba de ese sector.
Los mileuristas están quedando fuera de los puestos de trabajo que migraron a Asia y los robots. Están siendo excluidos por las elites a base de patentes y derechos de copy.
Qué es lo que hay que hacer?
Entonces volvamos al punto del principio: tener un lugar en el mundo es más importante que tener trabajo. Se nos dice: ayudaremos al 10 % más pobre con viviendas sociales baratas que las clases medias esperen la gran reactivación, ellos tendrán su oportunidad cuando el país crezca, hasta tanto sigan esperando. Esto no es más que una picardía, no resiste el análisis: se está empujando así a generaciones enteras jóvenes a transferir a puñados de propietarios décadas de vida por falta de políticas creativas.
Cómo siempre proponemos en estos podcast: soluciones desde arriba y desde abajo. Desde arriba impuestos a la vivienda desocupada: 10 % del valor anual. Además multas, tasas especiales y ocupación de las viviendas vacías que lo estén durante más seis meses como sucede en Dinamarca, Holanda y de ser necesario requisas y soporte gubernamental a los movimientos okupas, muy distinto a la concepción onegeista que predomina actualmente.
Eso lanzaría al mercado suficientes lugares como para que los jóvenes puedan gastar en otras cosas ademas del alquiler y aumentaría la demanda.
Pero tambien soluciones imaginativas que permitan márgenes de maniobra para aquellos que no teniendo un techo propio, tienen, y sin embargo, el pleno derecho a una vivienda digna y a condiciones de contratación justas y equilibradas.
Para eso hay que crear espacios nuevos, algo que depende de los arquitectos y urbanistas, que se vuelvan lugares de cooperativas de mujereses-madres, comunidades de profesionales autónomos, co-housing para adultos mayores, jóvenes universitarios, emprendedores, etc para que se organicen, comprar un terreno en conjunto, lo loteen y construyan pequeñas casas básicas y económicas.
La vivienda siempre social despues de todo, y la concepcion del lugar, mas allá de sus vicisitudes, la condición para una vida vivible.