Las series infantiles han dejado atrás a los personajes centrales y se centran en los bordes, en los arrabales del guión. Sucede en linea con un proceso que lleva décadas: el coro se ha rebelado en todos lados.
Sin embargo este grupo que resulta hasta gracioso por su lugar tan lateral no ha llegado muy lejos con su revuelta. Ha tomado laBastilla, pero los héroes de la revolución se han convertido en nuevos reyes y los han vuelto a destronar. El bajo pueblo, los plebeyos, pueden habernos dado la libertad respecto a España hace 200 años, pero aún recordamos a San Martín o a Belgrano.
La idea de este posteo es intentar señalar algunas pistas para entender porque ha sucedido esto, que podemos aprender del asunto y como podemos aprovechar concretamente esas enseñanzas.
La lectura del mundo en clave redológica no es algo precisamente novedoso, sin embargo hace unos 20 años desembarcaron en el campo un grupo de físicos y computadoras que lograron que muchos de los asuntos antes escabrosos fueran hermosamente visualizables.
El encantamiento que produjeron las imágenes aceleró algunos desarrollos, pero tambien generó excesivo entusiasmo y como sabemos ahora dejó en un costado las cuestiones menos visualizables rápidamente. Íbamos a los encuentro redológicos ansiosos de mostrar en pocos slides un todo un campo de estudio, pero ahora vemos que muchas preguntas quedaban sin formularse.
Una de las primeras cuestiones a retomar es la del poder corrosivo de las redes respecto a los dos extremos del mundo real: lo establecido y lo nuevo. Las redes se expanden especialmente sobre zonas vivas del mundo, o sino van dando vida a lo cuasivivo (quizás lo que creemos que está vivo sea no más que organizaciones reticulares con cierto nivel de complejidad).
Pero lo contrario es verdad tambien. Como sucede en la naturaleza los ñus muy jóvenes y los muy viejos son los mas expuestos a las redes que los envuelven y desean comérselos, ya sean tigres, virus o cataclismos naturales.
En otra esfera de hechos algo semejante sucede con las especies digitales, con los memes, la ecología de los bits, etc. Las nuevas apps que surgen cada vez tienen menos posibilidades de lograr la atención de los usuarios y clientes.
Hace tiempo sabemos que en C elegans hay muy pocas neuronas claves que manipular al resto, por lo tanto ahí pensar en promedios no sirve. Es decir cuando los elementos que uno decide ver como red interactúan entre si los promedios y las campanas de Guass no funcionan y si extendemos un poco la mirada lo que vemos es que existen propiedades emergentes de las interacciones de las que participan.
Entonces la pregunta es ¿Como recurrir a las propiedades claves? Posiblemente sean las que tratan sobre los hubs y los intermediadores. Sobre los que tienen más contactos y los que están mejor conectados, estratégicamente hablando.
Hub es el jefe, el dueño, el mas conectado, el gran diario. El intermediador es su alter ego: trabaja en las sombras, en los bordes, en los sótanos de la red. El hub es el Sol de la red, el intermediario es la Luna. Cuando el Hub llama a la mesa el intermediador se disimula entre el montón, pero en los callejones sin salida es el único capaz de traducir, de intercambiar recursos entre diferentes,
Pero hay más: cuando hay una buena mezcla de unos y otros, es decir de hubs e intermediadores, la red se convierte en un pañuelo, es decir, la red es instantáneamente informada, sacudida o infectada. En la red se pueden hacer búsquedas inmediatas o anular una diferencia antes de que se la pueda notar.
Por eso en las sociedades sanas hay poca innovación y por lo tanto se enferman. Los intermediadores no pueden actuar solos, necesita de los hubs y visceversa. Por eso no sabemos quienes tomaron la Bastilla ni quien conectaba a los sans coulottes con las vendedoras de pescado que terminaron mostrando la cabeza del Rey. Por eso pienso que es bueno saber sobre redes, sobre el bajo pueblo y sobre ese magma de actores actuados e intermediadios, agrupados en barrios, marcas, edades o enfermedades.
Pensar en red sirve para dejar de pensar con los corsets de las linealidad probabilística, de la linealidad del libro, de la linealidad de lo similar.
Saber de redes es saber porqué es tan difícil cambiar algo. Y tan fácil. Al menos a mis redes le ha servido y quizás sirva para entender mejor lo que está pasando allá afuera.