Hoy buscaba en en los blogs, como si revolviera un álbum de fotografías familiares, cuando encontré este pequeño film, en el que se ve a Bartolomé Mitre avanzando hacia la cámara con un grupo, quizás de correligionarios.
Lukasnet se mudó, este espacio no se actualizará más en el futuro.
Archivos LuKas: Noviembre 2007
1981. Todavía padecíamos la dictadura militar en Argentina. Yo era un adolescente, más ingenuo de lo que soy hoy día. Una tarde lo llamé a José María Rosa por teléfono, para hacerle algunas preguntas sobre Juan Manuel de Rosas.
El número yo lo había sacado de la guía y el coraje de mi propia ignorancia de con quien estaría hablando: sin embargo aquel historiador logró mantener la difícil conversación con mucha paciencia y dedicación y el trabajo práctico salió adelante.
Creo que lo leí en "Tristes trópicos": cuenta Claude Lévi-Strauss que cuando se sintió perdido en medio de la selva amazónica, le preguntó asustado a su guía si sabía cuan lejos se habían alejado del campamento, y éste le respondió que se quedara tranquilo, que era el campamento el que se había alejado.
Algo parecido le sucedió a los españoles que fundaron Buenos Aires, cuando intentaron reducir a los indios a un lugar fijo, sedentario y controlable.
Unos y otros: Iban o venían?
Me llegó por azar y acá termino de cerrarlo después de una lectura voraz.
No es que acuerde con lo que escribió Hugo Wast hace medio siglo de lo que sucedió hace dos, ni que me haya hipnotizado con una regresión a mi irritante colegio secundario.
Como en aquel instituto san román, este libro chorrea un horrible fluido nacionalista-católico completamente caricaturezco hoy en día, pero que les servía a muchos para sobrellevar la ferocidad con la que se sobrevivía en los setenta.
Que todo el mundo anda con celular en los trenes, subtes y colectivos no es novedad. Tampoco que hay más de 3 celulares por cada computadora.
Pero sí es para sorprenderse "Mobile Web 2.0", escrito por Ajit Jaokar y Tony Fish y del que pude leer el primer capítulo que está en línea.
Terminé hoy el libro sobre las historias ignoradas de las invasiones inglesas, escrito por
Roberto L. Elissalde.
Salvo algunos errores de microediting, que habría que revisar en alguna próxima edición, el material puede ser recomendable para una lectura de verano: distintas figuras poco citadas habitualmente, como espías, desertores, damas de sociedad, prostitutas, indios, esclavos o niños aportan su perspectiva de aquellos días en los que la ciudad de Buenos Aires hizo una opción de vida, increíblemente ignorada por las autoridades actuales, que deberían haberse ocupado de recordar colectivamente esta historia.
Cuando estudiaba publicidad me enseñaron que un cartel no debía exceder las 11 palabras y al mismo tiempo el mensaje debía ser fácilmente comprendido.
Este cartel no solo reúne esos dos requisitos, sino que además explicita dos ventajas: la de vivir en una megalópolis y la de contar con un cartoncito para no quemarse con las empanadas.
En cuatro pozos escavados a pocas cuadras de la Plaza de Mayo, en pleno corazón turístico de la ciudad de Buenos Aires, Daniel Schávelzon y sus ayudantes encontraron vasijas arrojadas en pozos de basura durante los siglos XVIII y XIX.
Los desechos del Convento de Santo Domingo (Avenida Belgrano y Defensa), de las casas de los Peña (San Lorenzo 392 esquina Defensa) y de los Ezcurra (Alsina 455), así como los de una fonda de trabajadores de la construcción de 1850 (Balcarce 433), se apilaron en el fondo de agujeros sobre los que luego se construyó arriba, hasta que recientemente fueron escavados.
Dicen que frotar barras de azufre por un cuello dolorido alivian, siempre y cuando crepiten y se partan en pedazos menores.
Hace cientos de años que existe esta costumbre y desde entonces la medicina moderna no sabe que es lo que hace que funcione. Acaso es un autoengaño?
Los que nos dedicamos a las disciplinas que rondan la comunicación, desde las psicoterapias a la publicidad, tendríamos que estudiar arqueología.
Porque en buena medida lo que hacemos es arqueología, sin saberlo.
Esta es la primera conclusión que pude extraerle a Arqueología de Buenos Aires del Arq. Daniel Schavelzon, fundador del Centro de Arqueología Urbana
Con la colaboración invalorable de Nacho y Caro, comenzamos hoy el primer curso que virtualmente ofreceremos en educ.ar, sobre el tema "Comunidades virtuales. De lo individual a lo colaborativo"
Quizás el título general pudiera modificarse en alguna próxima edición, dado que a mi entender las comunidades virtuales son espacios de colaboración pero también de competencia, de construcción de diferencias y de disputas por porciones del nunca tan ponderado como hoy saber-poder.
Que Argentina no empezó cuando la historia oficial dice, no es novedad.
Ahora, encontrar que había empezado y que por alguna bifurcación extraña todo se perdió en los principios, no es algo con lo que pensaba encontrarme, al menos cuando conseguí "Los orígenes de la Argentina" de Ricardo Lesser, premio del Fondo Nacional de las Artes 2002.
El otro día tocaron el timbre y preguntaron por alguien que pusiera inyecciones. Acá no vive una señora que pone inyecciones?
Me puse a averiguar y efectivamente, hasta hace uno 20 años, según un vecino, en la casa vivía una enfermera, ya fallecida.
Ese mismo día trajeron una carta para doña Florinda, que también vivió acá y también pasó a mejor vida, hace años.
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