Terminé hoy dos cosas: este blog y la lectura de Infancia e historia, de Giorgio Agamben.
Un divorcio doble y liberador, porque si bien ambas cosas fueron muy placenteras y fructíferas, también fueron densas, trabajosas y de algún modo "adultas".
Lo reconozco: las dos experiencias están agotadas tal como las disfrutaba.
Voy, si me da, por otra forma de leer y escribir, sin desprenderme claro de las pantallas y ni de los papeles encuadernados.
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