Sucedió en algún momento y ahora empiezo a creer que fue en 1982, durante la Guerra de Malvinas.
Los pocos aviones caza Mirage que volaban en la Fuerza Aérea Argentina, cuando se averiaban, iban a parar a un hangar para que se les hicieran las reparaciones necesarias.
Pero los mecánicos ya no analizaban tal o cual transistor, manguera o fuente. A la mierda con todo eso: cambio de módulos y a volar de nuevo.
Reemplazar un módulo implicaba un trabajo de abstracción, de recorte, un intercambio orientado a la resolución de un problema específico. También significa dejar de entender los detalles, las relaciones invisibles, lo microscópico, la parte.
Detección del problema, resolución y testeo se resolvían en el mismo proceso.
Quizás el asunto viene de China, entre otros lugares. Hace 3500 años los chinos empezaron a dibujar patrones mas o menos abstractos en jarras de vino de bronce. Cuando hay un patrón hay una simplificación, y a la vez una forma de generalizar. Los módulos de los aviones Mirage son generalizaciones de una función. Son una representación de patrones que originalmente estuvieron en las cabezas de los ingenieros.
A su vez los patrones interactúan entre sí, creando unos mas grandes y otros mas chicos. Se ensamblan. Se distancian. Acumulan, pierden. Entran en espirales. Viajan.
En la vieja China, cuando aun no era China, los chinos se fueron agrupando agrupando hasta crear un Boca-River de patrones: Confucio (acción) y Lao-Tse (inacción). Viralizacidos, localizados, reclutando lo que tenían cerca fueron colonizando la cabeza de los chinos.
Sin embargo todo ese debate terminó cuando Qin Shi Huang, el Primer Emperador, llegó a comprender que había un patrón mas abarcador e integrador: primero mandó a millones a la tumba y luego hizo fabricarse una tumba de 52 km cuadrados, en la que incluyó una guardia imperial de soldados de terracota.
A los artesanos de aquella línea de producción soldadezca le llevó 38 años fabricar semejante ejército. De algún modo estaban inventando el standard, al punto que cuando la idea volvió a Occidente, se convirtió en sinónimo de hacer algo, en hacer algo normal, en hacer algo esperable. Sin embargo los chinos hicieron a cada soldado singular, porque desconfiaban de la indiferencia.
Los artesanos trabajaban con arcilla para hacer sus soldados. Aun se pueden ver sus huellas dactilares adentro, así como su firma y las de los supervisores, en cada soldado. Cada artesano era responsable de todo el proceso, fuera la que fuera su tarea, pero a la vez contaba con autonomía como para crear.
Hoy los desarrolladores de software y los encargados de sistemas están reeditando algo de los artesanos chinos de Quin y de los mecánicos de la FAA, trabajando alrededor del concepto de DevOp para crear mejores apps, mas barato y más rápido, eliminando del proceso los elementos no productivos.
Tradicionalmente, existen fases de un proyecto, desde los estados iniciales cuando se concibe un producto o idea, al de desarrollo y prueba y por último el de mantenimiento.
Devop es un un modo de pensar basado en la automatización de la creación de ambientes acoplables dentro de los cuales exista autonomía para los programadores y los diseñadores, en los que cada actor del procesos diseña, produce y entrega, integrando su creación a una imagen común, que es el producto terminado.
Otra de los puntales de la idea viene del sistema productivo Toyota, que se sostiene en eliminar cualquier tipo de sobrecarga (muri), inconsistencia (mura) o residuo (muda).
Así, todos los involucrados trabajan juntos en un flujo de trabajo eficaz y automatizado en el que tienen más autonomía en la medida en que están mas involucradas: un circuito de retroalimentación continuo, que requiere un cambio de mentalidad.
Basados en reuniones de 5 minutos de evaluación y relanzamiento de problemas, comunicación fluida, colaboración entre módulos y reducción de distancia entre programación y de sistemas logran que muchas de las cosas que no vemos en las plataformas digitales, pero que están ahí igualmente, funcionen.
Devop es una actitud, tiene que ver con agilidad, pero sobre todo un método de trabajo enfocado a los resultados.
Pienso en los mecánicos a las corridas, reemplazando los módulos. En Quin, fusionando patrones para crear el standard. En los procesos Devop, de mas autonomía comprometida y se me ocurre que el cambio empezó en los 80, sí, pero hasta acá hemos avanzado muy poco.
(Agradezco a Andres Lucas Garcia Fiorini las ideas que me dió para este posteo.)