Quizás habría que llamarnos los cognitivo-ricos o los cognito-pobres, pero esa ya no es la cuestión.
Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad, en que la disponibilidad o no de las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información (NTICS) propiciaban la aparición de dos grupos de países o de hombres (especies?), de acuerdo a la posibilidad económica y tecnológica para acceder y ser accedidos por estas tecnologías.
Era "la desigualdad digital". La brecha digital, que se fue ampliando y ampliando y ahora la vemos como un despeñadero. No importa ahora si es la 1 (acceso) o la 2 (banda ancha). No importa si los celulares van a cerrar abruptamente la fisura. No es, al menos, el tema de este posteo.
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