Johann Heinrich Von Thünen a principios del siglo XIX compró un campo en el norte de Alemania. Durante 40 años llevó un registro minucioso de precios, cartografías y cultivos, que volcó en 1826 en un libro legendario para las ciencias sociales y la economía política: El estado aislado.
Su idea, que descriptivamente aún funciona, era que la distancia al mercado determinaba el tipo de cultivo que elegía el agricultor o, dicho de otro modo, la posición relativa determina el valor.
La teoría se comprobaba cuando alrededor de algunas ciudades se formaban anillos concéntricos de diferentes tipos de producciones agrícolas, según su hipótesis preveía.
El valor esta dado por la posición relativa: será por eso que Messi vale tanto?
Von Thünen había encontrado una red y la coloreaba así, pero Herbert A. Simon también se adelantaría/atrasaría a su época un siglo despues: propuso otra forma de resaltar redes, usando como tintura las power law.
Para Simon una trama secreta ordenaba (con ciertas limitaciones claro) los tamaños según los rangos.
Thomas C. Schelling, hace poco ganador del premio Nobel, introdujo luego de Simon los micromotivos y las macroconductas o como del cálculo de cada hormiga humana emerge una red llamada hormiguero.
Albert-László Barabási, autor del libro que Alejandro Piscitelli llevara a una reunión de cátedra hace unos años, resaltó el preferential attachment, efecto mateo o la horripilante verdad de que las redes no son ni buenas ni malas, sino intrínsecamente injustas.
Por último, Duncan Watts publicó en 1998 un paper que lo llevó a la fama y a trabajar para yahoo, donde encontró que, con su modo de colorear las redes, se veía que estas eran muy grumosas, pero a la vez que estaban mucho mas conectadas de lo que se creía a simple vista.
Hay muchas otras formas de empezar a entender porque Messi vale tanto pero estas cosas tenía en la cabeza el otro miércoles, cuando dimos la clase sobre efecto pequeño mundo.
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