Hoy nos estaremos reuniendo en la calle Thames 1885 para reinventar el grupo de estudio sobre complejidad, aquel colectivo con el que sostuvimos durante un par de años la antorcha de que cornos es diseñar lo espontáneo, eso que hacen los surfistas que le sacan ganas a las mismísimas olas del mar.
Pero en realidad ya no se trata de aquel grumo de diferentes especialistas, se trata de las "tertulias de la complejidad".
Pero que es una tertulia de la complejidad?
No me queda otra que descuartizar la pregunta y encontrarme que habría que intentar conectar la tertulia con lo complejo, que es como enlazar dos poblados donde se hablan diferentes lenguas.
Porque lo complejo remite a su casi opuesto, a lo simple. Fíjense sino la espantosa Avenida Juan B Justo que nos bordea acá cerca. Una de las arterias mas oscuras, sucias y resecas de la ciudad.
Muchos de Uds. saben que debajo de este asfalto quedan los restos encavernados del arroyo Maldonado, que fue el límite norte de la ciudad de Buenos Aires durante siglos pero que sobretodo fue un problema porque cada tanto se inundaban las tierras aledañas.
La calle Costa Rica, acá cerca, era uno de los pocos empedrados por los que se podía llegar a la orilla para cruzarlo.
En la imagen que ilustra este posteo se puede ver al arroyo a la altura de lo que hoy es el barrio de Liniers.
El Maldonado era una incertidumbre y las autoridades resolvieron alisarlo con piedra líquida por arriba, una línea de trenes al costado y subtes por debajo.
Ahora la Juan B Justo es una linea recta e incómoda que corta la ciudad y para mi solo la alivia el club/familia Velez Sarsfield, donde jugamos al basket dos veces por semana y donde da sus clases de ajedrez Mariano Fraschini.
Pero, ¿Como habría sido una solución compleja al problema del Maldonado?
Les cuento una sola de las muchas alternativas que se propusieron: el ingeniero francés Alfredo Ebelot, en 1887 propuso un largo canal veneciano, con diques, compuertas, puertos, fondeaderos, caletas que mantuviera vivo al río, con puentes que conectara las calles aledañas, con casas con vista a las aguas, con lanchas, canoas, y toda la ecología social que puede bordear una vía de aguas en una gran ciudad.
El proyecto se mantuvo vivo hasta la década del 30, cuando finalmente se decidió asfaltarlo, pero aquello hubiera sido complejo por todas las cosas que hubieron "emergido" a partir del meandroso recorrido del canal.
Es decir lo complejo es la excusa, el contexto, las reglas que habilitan que algo nuevo emerja, se autoorganice: poco se puede esperar de un arroyo entubado.
Y una tertulia?
Las tertulias eran los lugares donde se actualizaban los gestos, donde se ponían al día los contactos y donde se hacían nuevas relaciones.
Había tertulias literarias donde alguno comentaba a Rousseau o musicales donde Esnaola practicaba el piano con el que después ensayaría el himno nacional
Había tertulias de los ricos, allá por lo que hoy es el barrio de San Telmo, pero también había de las otras, tanguerías, galpones, burdeles, cafés, cabarets donde se refugiaba la noche de Buenos Aires, donde por 10 centavos se podía bailar una pieza.
Tanto unas como otras tertulias contaban con un "bastonero", una especie de director de toda esa improvisación, que se permitía decir que ritmo se bailaba y hasta como se formaban las parejas.
Hoy van a bailar Alejandro Piscitelli, Alicia Engler, Heloisa Primavera, Hernán Moraldo y Sebastian Lorenzo y seguro será del agrado de todos pero sobretodo el puntapié para que los contertulios que hoy estén en las meses salgan a bailar la próxima tertulia, que esperamos se realice el mes que viene.
Pues bien, en estas tertulias de complejidad me ha tocado la función de bastonero y espero poder ejercer la posición como dios manda, cortando a los 5 minutos al expositor que se alargue demasiado.
Podré?
Por que en estas tertulias la excusa no es el baile ni la literatura, sino el pensar la complejidad para diseñarla o quizás al revés, diseñar lo complejo para poder pensarlo.
Sean todos entonces bienvenidos a estas noches de la complejidad, a este yuyo que crecerá durante algunas reuniones en las orillas del Maldonado.
Esperamos que las disfruten.
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