Decía en el posteo anterior que para algunos no existen "las" relaciones sexuales, sino que se trata de dos (o la cantidad que sea) sujetos que se cruzan y comparten una porción de tiempo, sexo y espacio, generalmente en la cama.
Existe otra versión romántica, para la que sucede todo lo contrario: los corazones se sincronizan, las pupilas reciben mensajes endorfínicos como si vinieran de un director de orquesta y las neuronas y las almas logran tal estado de conexión y fusión que donde había dos ahora hay uno solo, es decir donde eran personas ahora es una unidad que durará lo que dure la pasión.
Pues bien, voy a trata de expresar porqué no es ni una cosa ni la otra, o en todo caso cómo puede verse el asunto desde un tercer balcón.
Empecemos por lo que un grupo de sociólogos de la Universidad de Ohio (OSU) dibujaron cuando analizaron la red sexual de adolescentes.
Trabajaron con una población de más de 800 jóvenes de secundario durante 18 meses, tratando de comprender la estructura de las redes sexual de las que participaban para luego generar un modelado de como es la transmisión de enfermedades sexuales.
El artículo describe esta estructura entre 1993 y 1995 y vale la pena pinchar el link y leerlo, aunque quizás en 10 años las cosas hayan cambiado mucho en lo que respecta a sexualidad adolescente.
Comparada con las redes sexuales conocidas previamente (la de adultos), se evidencia la diferencia: la red sexual adolescente se caracterizan por largas cadenas de contacto y pocos grumos o clusters, mientras que la de adultos depende de unos pocos agentes distribuidores, personas que se conectan sexualmente con cientos de personas diferentes en períodos acotados de tiempo.
A diferencia de los adultos, donde las campañas deberían ocuparse de esas personas con muchas relaciones sexuales, en estas redes adolescentes no hay todavía hubs o un grupo de personas mucho más activas sexualmente que el resto.
Estos resultados tienen importantes implicaciones para la prevención de la propagación de las enfermedades de transmisión sexual en la población adolescente pero también para pensar la dinámica de las redes sexuales.
Podría inferirse que de los links más o menos azarosos y largos del inicio de la red en la adolescencia, comienzan a darse procesos de agrupamiento que definen posiciones. Generación tras generación se evidencia también que las lógicas de la red mas extensa terminan por subsumir a la mas pequeña, que nos obstante deja sus huellas.
Es como en los podios de los torneos de atletismo: son los escalones los que definen un rango de corredores, una serie que va desde el más rápido al mas lento en la pista y no al revés.
Sexualmente hablando, a medida que las redes evolucionan se vuelven más complejas y van quedando sometidas también a la presión de las leyes de la potencia o power laws, de modo que los protagonistas de la historia tienen sus escalones, sitiales o cantidades de relaciones preestablecidas y se trata de ir acomodándose en esos lugares.
La red creada no sólo es una escusa para los tímidos o los que no usaron profilácticos. Podemos sacar muchas metáforas para pensar en red: a lo largo de las cadenas de conexiones la red vinculaba 288 estudiantes, más de la mitad de los participantes sexualmente activos (573).
Le bastaba a la clamidia saber esto para lograr una buena cosecha.
Otras redes humanas son bien diferentes a las sexuales, en lo que respecta a la definición de "nodo" pero podemos comparar algunas propiedades, si nos acostumbramos a ver en red, es decir a reconocer topologías de red.
Tanto las distribuciones de compañeros sexuales, de riqueza, de contactos en el celular o habitantes en las ciudades siguen leyes de potencias, pero sus exponentes son diferentes.
Por ejemplo la distribución de compañeros sexuales por actor social depende de una constante de 3.5 que para la distribución de riquezas es 2.1: sabiendo eso podemos sacar conclusiones de una extensa red tomando pequeños fragmentos para analizar.
En los estudios de distribución se suele dividir el conjunto total de nodos entre los que más tienen y los que menos tienen. El "efecto mateo" predice que los que tienen tendrán más y los que no tienen, bueno, lo poco que tienen le será quitado.
Estos principios parecen ser válidos, como decíamos, también para las redes sexuales y aportan una nueva forma de ver el problema de si se trata de "relaciones" sexuales o "sexo" compartido: quizás quien le va a tocar bailar con la mas fea venga premoldeado por su red y porqué no aceptar también que quien se va a quedar con la mas linda es una asunto de redes.
Voy a intentar un tercer posteo para terminar de aclarar/me estas ideas, salvo que google o bush nos sancionen por usar vocabularios inapropiados, como le pasó a Sebastian Lorenzo hace poco....
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