En las últimas semanas los viejos medios de comunicación están sacando a relucir sus mejores vestiduras.
Bien podría uno no darle bola y listo, si no fuera porque vivo en una casa en la que al resto de la familia le encantan las telenovelas, los Simpsom y los noticieros tanto como a mí los deportivos y los documentales así que no me queda más remedio que enfrentarme a tan difícil "lectura" televisiva cotidiana.
Un botón que sirve de muestra para lo que estoy tratando de expresar es la campaña contra los morenos, los descalzos, los villeros, los suburbanos o "la gente de tambor", como se decía en la época en la que los negros todavía no habían sido exterminados como grupo habitante de la ciudad.
Las pestes, las levas forzosas y hostigamientos de todo tipo hicieron un trabajo de "blanqueo" que parece no haber terminado aún, por lo que puede verse en los noticieros, sin que a nadie se le mueva un pelo.
Sin embargo no es como para quedarse en que ellos o nosotros, que la seguridad que los asaltos de todos los días, porque como pude leer hace un par de meses en Butterfly Economics de Paul Ormerod pequeñas provocaciones pueden tener enormes impactos (y no tanto), pero cuidado al piojo no les salga el tiro por la culata.
Es que unos años de televisión encima me permiten desconfiar de este goteo diario y decir que cuanto mas fanatismo con la selección de fútbol menos compromiso real con la nación, cuanto mas peligrosidad se le adscribe a las carenciados menos responsabilidad social tiene el gobierno y cuanto mas va el cántaro a la fuente ....
Para canal 9 y sus primos emisores antes fueron los cuidacoches, después los cartoneros, luego los limpiavidrios, ahora son ya los pungas que merodean en las terminales de micros. Canal trece ya denuncia cuidacasas y canal 11 descubrió que se alquilaban terrenos recién ocupados.
Acá y allá se tejen las telarañas de la discriminación y hasta en el blog de Martin Varsavsky se puede oler la creencia compartida de que la ciudad está como infectada.
Nos quieren hacer tragar estas y otros confites, cuando las cosas están por otro lado, un lado a donde nadie se quiere poner a mirar, porque quien está dispuesto a meterse con el paco, con los medios, con la distribución tan desigual de la fiesta de la soja. Solo a un loco.
Y hasta los locos del sistema, como Maradona, Charly García o Fernando Peña tienen sus programas en horarios centrales.
Así las cosas, como decía Barrionuevo: "si nos dejamos de robar un par de años...."
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