Así como rotan todas las clientelas y todas las ofertas, para darle la cara al sol del nuevo capitalismo de ficción, también cada vez recibo más consultas provenientes del mundo del como sí.
A veces es uno mismo, pero otras es el abuelo que se pierde: es que hasta la última foto familiar ha sido removida de las paredes, para dejar lugar a las pantallas y sus historietas fantásticas: noticieros, películas donde Joligud denuncia su propia explotación y dibujitos animados. Muchos dibujos animados.
Siguen, claro, los ataques de pánico, los problemas de la memoria y los viajes de vacaciones de 24 horas.
La falta de capacidad para archivar todas las reuniones programadas hace que hasta las agendas de papel y hasta los papelitos sueltos vuelvan a usarse y sean tan productivos como la mejor base de datos.
Algunas veces las malas contestaciones afectan la performatividad del negocio o del domingo con la esposa y el cesped, otras son los gestos insuficientes, que necesitan ser pulidos con lijas cognitivas, con terapias basadas en aromas o con los frasquitos de los médicos de la televisión.
Angela me ha preguntado que podía hacer para poder dormir, comer, viajar o dedicarse a sus cosas: es que no tiene tiempo con tanto trabajo derivado, con tantos emails que contestar.
Quizás tenga que hacerse un test en Internet?
Es innegable: poco a poco se disuelven las consultas existenciales de hace 20 años, así que he decidido adaptarme a los cambios.
Gracias a Error 500 he pescado uno links interesantes: Brain Arena, SharpBrains y el siempre sorprendente scienceblogs.com.
Espero que te sirvan Angela!
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