Acomodando lo inacomodable, en términos de compromisos previos, me fui al segundo encuentro del taller de David Mcintosh. Y no me arrepiento.
El eje estuvo puesto en conversar sobre lo vivencial respecto de nuestra relación con las tecnologías de la comunicación digital, partiendo de las propuestas singulares y colectivas de los alumnos de Ricardo Dal Farra. La idea era descentrar la posición socialmente naturalizada del celular, esas que se expresan con un "es una herramienta y listo".
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