Apuntes desintoxicantes

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Pineral Como en el IV Salón internacional del Automóvil que está teniendo lugar en la ciudad de Buenos Aires, donde 85 expositores exponen 40 primicias que nadie va a poder comprar ni usar jamás, este domingo se podrán observar y elegir boletas en los centro de votación y eso será llamado las "elecciones" en la Ciudad de Buenos Aires.

Podría ser en cualquier ciudad imprecisa del planeta, no viene al caso, porque después de todo votaremos campañas y no propuestas, elegiremos aquella publicidad que mas haya expuesto la carne suave y lisa del postulante de la ocasión, postulante que al mismo tiempo haya podido preservar su secreto. Porque sin enigma, sin intrigas es mucho mas difícil que sin bases, sin "estructura" política.

Porque cuando el "ingeniero" Blumberg no es lo que dice ser o cuando el "licenciado" Telerman también ha mentido, en realidad no interesa que no tengan estudios universitarios (ya hay mucha gente perdiendo tiempo en la universidades): el asunto es que han develado aquello que debían oscurecer, la clave es que no han sabido jugar el juego del engaño y por lo tanto deben salir de la casa, o están, al menos, nominados.

filmus.jpg Mientras escribo esto un periodista me hace preguntas y me sorprendo contestándole con palabras que le sugiero escribir en google, apelando a una mente ajena y extensa de imágenes y lógicas archivadas. No se la respuesta, pero puedo arrimarle las claves. Participo del juego. Contesto y eso me permite reaparecer en los medios en una suerte de reinfección que facilitará la próxima entrevista.

Del mismo modo las elecciones se convierten otra vez en el relanzamiento y búsqueda frenética de esperanzas en el jardín de falsas promesas, de llaves que no abren ninguna puerta, de mensajes lanzados en botellas por máquinas lanza botellas: mensajes que nosotros mismos nos enviamos hacia nuestro pasado y hacia nuestro futuro, para salirnos del presente.

Pero más allá de interpretaciones, estas campañas tienen ese saborcito carnavalezco, ese surtido de paradojas para todos los gustos: el candidato de derecha se define como un "progresista de derecha" mientras que su contrincante consiguió triplicar un presupuesto, pero a pesar de que han pasado años de gestión aún no llega al mínimo indispensable para una gestión aceptable.

macri.jpgEn estas elecciones uno puede extraer, e intoxicarse por cierto, memes extraños: los principales objetivos de los nuevos gobernantes serán bajar la sensación de inseguridad, pedir autonomía y cambiar, no sabemos en que dirección, pero cambiar.

Hasta donde yo sabía la inseguridad era una variable medible, la autonomía se conseguía y las mudanzas se hacían con dirección de llegada, pero no parece que los candidatos piensan lo mismo. No importa lo dicho, se trata de montar escenas que inviertan al poderoso en débil y viceversa.

Una de las campañas es desopilante: a los voluntarios, que son "mas de mil" en una ciudad de millones y millones, se les ha dado un curso breve para que "sepan que contestar a cada pregunta". Por supuesto también han salido con un manual gratuito, por si algo les quedaba para preguntar. Pero nadie lee ya a la noche, la TV es más divertida.

A los jóvenes se les pide que se expresen y a los ciudadanos que se comprometan: yo me pregunto ¿porque no les piden a los niños que jueguen o a los adultos que se preparen para el sueldo a fin de mes? ¿Será que antes no creían que los jóvenes debían expresarse?

Todos se aseguran así un fiscal en cada mesa, una propuesta en cada hora, un llamado a cada teléfono y por supuesto un timbrazo en cada puerta, aunque a decir verdad a casa deben haber venido cuando no había nadie.

El número uno establece todas las predicciones y las suertes, nada de pensar en el 7, que es un número indivisible y por lo tanto muy duro para calzar en la globalización.

Ha llegado, pues, el siglo XXI a la Argentina. La tarjeta de crédito rugirá nuevamente para asegurarnos que el tiempo no pasa, al menos muy rápido. Ya no se tratará de políticos-marca, sino de políticos-ficciones, ya no programas partidarios sino plataformas de salto a historias del tipo "había una vez" o "va a estar bueno...", ya no creencias ni ideologías, sino sensaciones, feelings.

¿Que dicen los politicos? Mientras todo sucede en algún canal, en el otro, el club boca juniors juega una final más y sus públicos, al decir de Pompillo, su presidente, están contentos, festejan. Se ha modernizado todo y tanto que los ya nadie puede ir a la cancha, salvo que haya juntado la cantidad de "puntos" suficientes en el concurso del gorrito o en el partido anterior.

En el mismo horario que algo pasa en algún canal, en el otro, los candidatos debaten sin hablar y se oyen sin escucharse.

La noche baja sobre la ciudad fría y el invierno comienza. El perro se ha ido a dormir con un reto en el hocico.

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