Cada red está infectada por unos memes que la distinguen, ya sea una cultura urbana o una mente individual, si es que hay algo así. Los memes son como esos parásitos en los lomos de las ballenas, que dibujan unas salpicaduras blancas que permiten reconocerlas en los avistajes.
Conversar, leer, jugar y sobretodo viajar son métodos de autoinocuación memética, pero además tenemos todos estos medios de comunicación adheridos al cuerpo: lo que llevamos en la cabeza son las manchas blancas meméticas.
meme guaraní
Si un meme (Dawkins) es un patrón contagioso de información que se replica parasitariamente y es capaz de infectar redes cognitivas, hasta el punto de alterar su comportamiento para que sea capaz de difundir ese patrón estamos hasta las manos ¿Como podemos escapar de gestos que no tiendan a replicarse?
Slogans, agendas periodísticas, frases impactantes, melodías, iconos, invenciones o modas son memes típicos pero también el bostezo, la desconfianza en el futuro, la socialización de las pérdidas, la democracia industrial y la pesca con mosca.
Hace poco viajé fuera de Argentina y los adolescentes me saludaban con la misma forma de apretar las manos que los de Buenos Aires.
Una idea o patrón de información es un meme recién cuando es auto-replicante e infeccioso: estamos orgullosos de nuestro patrimonio memético cuando lo asumimos y lo olvidamos. La blogesfera es un excelente medio de cultivo.
El otro día canté el himno nacional, parado, frente a la bandera.
Hoy se encendió el televisor a la hora de siempre y comenzó el destilado habitual: el accidente de la mañana, el pronóstico meteorológico, el partido de fútbol violento, el niño brillante que recibió solidaridad anónima en su pueblo perdido.
El matecito de la mañana, unos tangos del sexteto mayor y los primeros pacientes que van llegando a mostrarme sus blancas manchas.
Un spammer ha atacado desde anoche uno de mis formularios en el web: me están llegando cientos de mensajes automáticos, una especie de linfoma de emails que crece en mi outlook.
En clarin.com el fútbol español e italiano son los titulares principales de hoy lunes, junto con las piedras, palos y tijeretazos que se tiran unos contra otros en la Universidad de Buenos Aires.
No se sabe quien ganará esta pírrica revolución, pero una cosa es segura: muchos padres no enviarán a sus hijas a la Universidad de Buenos Aires.
Me tomo unos mates mientras escribo esto. Miro por la ventana. Me llama Hector Diaz.
Y voy dando marcha atrás, que me perdone Rodolfo Walsh: voy a jugarme unas partidas de ajedrez con los amigos.
Mis memes ya se replicaron lo suficiente.