Ayer fue el comentario del barrio y lo volverá a ser, como lo vienen siendo las mismas noticias una y otra vez. Otra vez.
Otra vez las multitudes inteligentes, esta vez 35.000 personas alrededor de un partido de futbol en el que boca le ganó a velez 3 a 2, multitudes que no se equivocan si se dan alguna condiciones (claro: autonomía, agregación, descentralización y diversidad).
Ayer se decía que la hichada había ido a buscar al referee, despues del partido, a su casa.
Que la asociación del futbol argentino esta manejada por una mafia, que los partidos están arreglados.
Ayer cada socio y cada hincha de velez repitió hasta en los milímetros las jugadas de los goles de boca y encontró en cada uno alguna injusticia, alguna distracción propia y ajena (pero imperdonable), alguna cuestión política, alguna mojada de oreja.
El domingo se armó una terrible bataola en la cancha: volaban los asientos de plástico, volaban tachos de basura de plástico, volaban frascos plásticos de savora. Volaban y daban contra la cabeza de los árbitros del partido, contra las cabezas de la hinchada contraria y contra la nada del cemento y el cesped.
Hoy todo se va enjuagando en los papeles de la asociacion del futbol argentino, pero los hinchas de velez son mas hinchas y los de boca tambien, creo.
Y el jueves juega velez otra vez.