La capacidad de decodificar las intenciones de otras personas es fundamental para comprender el comportamiento humano. Interpretamos las conductas de una persona en términos de las intenciones que dan lugar a esos gestos, posiciones, miradas o posiciones corporales.
Una investigación de la Universidad de Chicago propone que esta capacidad humana básica comienza a emerger al principio del primer año de vida.
Conectarnos rápidamente, integrarnos en redes sociales complejas es necesario para sobrevivir. Somos como los suricatos.
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