En la entrada anterior hice un resumen de las ideas de Lash, que empiezan a explicar mi relacion con los cajeros electronicos.
Boletero electronico
Lash dice: ahi donde habia estructuras ahora hay flujos. Fluidos hechos de signos, medios, migrantes, dinero, tecnologia, objetos. Digamos que se trata sobre todo de objetos, objetos informacionales.
Es que la tecnologia ha cambiado nuestra vida y nuestra forma de vivir la vida, que es simbolica.
Navegamos la ciudad de las gigantografias y la web de los banners. LLevamos amuletos en los bolsillos, llaves, celulares, papelitos, monedas. Cada uno portando su disenio, su direccion, una utilidad a decodificar.
Los cuerpos nos llevan hasta la fila de las cirugias esteticas, pero nos nos operamos realmente, vemos las operaciones a distancia, en ls programas medicos. La noticia (cualquiera), aunque la escuchamos miles de veces y hace anios todo ya fue: procesar semejante aceleracion de objetos alejados es un verdadero desafio a la capacidad de reflexion, a nuestra reflexividad.
Seores distinguidos y respetables pasajeros, en esta oportunidad...
A veces uno se siente objeto. Y con razon. Y a los objetos les debe suceder los mismo: si la clase media adquirio sus derechos en el siglo XVII y las mayorias en el XIX, cuales son los derechos que se les deben a la cafetera del siglo XX? Tenemos derecho a maltratar una heladera? Puede descansar un taxi?
Scott Lash se va metiendo en el asunto con algunas constataciones: como en googlemap, sus objetos comienzan a aplanarse, discontinuarse y se hace necesario elevarse para cartografiar algo de lo que esta pasando. Palpar desde los satelites.
Su base es la triparticion hegeliana: tesis, antitesis y sintesis se traducen ahora en tres tiempos. El tiempo premoderno, de la iliada o los mayas donde lo ciclico asegura el retorno de todo lo bueno, el tiempo moderno de las causas y los efectos, donde las seguridades deben ser construidas paciente y cientificamente y el tiempo digital, postcausal, indeterminado, donde todo se vuelve inseguro, contingente, indeterminado.
Desde ahi intenta una conceptualizacion de los objetos, a partir de Bruno Latour, Paul Virilio y Walter Benjamin para luego llevar agua hacia su molino, el cual es decir que no hay posibilidad de una critica de la informacion trascendente.
Me repite la pregunta?
Primero tendriamos que ver que tienen los objetos para decirnos. Kant ya habia explorado el asunto, proponiendo que los objetos tienen una opacidad radical que impiden que aceptemos juicios las verdades determinadas sobre ellos. Solamente podemos (segun Kant) mantener una actitud respectuosa, reflexionante y que parta de la aceptacion de nuestras propias limitaciones.
Tomemos como ejemplo una minuscula particula de polen. Pongamosla en el microscopio. Por mas supervisionarios que nos pongamos, lo unico que logramos aumentando el lente del microscopio es descubrir que las cosas son mas y mas complejas, son, diriamos hipercomplejas. Es decir, cada vez que avanzamos mas con las tecnologias y las teorias sabemos menos, todo se nos escapa.
Como se la rebuscaron entonces los primeros cientificos modernos para hacer hablar a los objetos?
Crearon laboratorios y tres supuestos:
1 las cosas son la naturaleza (reino de los objetos)
2 la cultura es lo humano (reino de los sujetos)
3 naturaleza y cultura son como el agua y el aceite
En castellano diriamos: hay dos polos, la naturaleza y la cultura, completamente separados.
Lo que Latour llama la constitucion moderna necesita para funcionar de unos mediadores (laboratorio) que hablen por los objetos, se necesita de un trabajo de mediacion.
Este trabajo ha de ser de purificacion constante e inmediata, haciendo proliferar más tipos de mediaciones y mas procesos de purificación que den más leyes del universo y herramientas tecnicas.
Ahora sucede que este proceso destila y oculta un alistamientos de cuasi-objetos, objetos hibridos por un lado y cuasi-humanos, cuasi-sujetos por el otro. Objetos con cierta inmanencia y sujetos con algo que los trasciede y los deshumaniza.
El mosaico de cuasis se congrega en lo que Latour llama Tercer Reino de sujetos purificadores y objetos inmanentes.
El que calla no otorga
El Tercer Reino es la red de actantes. Un actante es por ejemplo un compas. El compas juzga (mide), envia esa medicion y triangula, es decir va tejiendo un morfismo. Agrega, multiplica pero a la vez cobran un peaje por cada envio. Se va generando una topologia, redes con reglas sociotecnicas. Mosaicos de diferencias, caleidoscopios.
Esto es lo que Latour llama mediacion o tejido de morfismos, que puede ser realizada por cuasiobjetos o cuasipersonas: seleccionar diferencias, pasarsela a otro actante y tejer otra puntada de la red, de la trama.
Demos otro paso: los objetos, en si mediadores por lo expuessto arriba, son frutos de otras mediaciones, es decir son mediados, mediados por otras mediaciones, que a su vez son resultantes de luchas de intereses, de pases otorgados oportunamente.
Algunos Nodos son mas iguales que otros
Se va consntituyendo una red, que acumula archivos, medidas, tiempos, procedimientos. Esta red tiene como troncos principales, posindustriales, globales, supervisados por cuasi-sujetos que controlan la proliferacion de cuasi-objetos generados como consecuencia de esta supervision reflexiva.
Asi la sociedad va produciendo estabilidad progresivamente, en la medida que es necesaria, porque los objetos hibridos son recursos del pasado que moldean el presente. De la recoleccion minuciosa de causas y efectos se destilan matrices de seguridad: liberalismo o ubamarxismo son las caras de la misma moneda que intenta comprar un tiempo imposible.
Para Latour nunca fuimos modernos, siempre fuimos posmodernos en el tercer reino, el reino medio ahora multiplicado en un tecnopaisaje creciente de maquinas inteligentes, soja transgenica, bases de datos, robots afectivos, webcams, travestis y p2p; hibridos de la naturaleza y la cultura, del signo y el objeto.
Pero si para el romantico Latour los objetos son bienes, para Paul Virilio son males.
Virilio, como MacLuhan es cristiano y ademas a sufrido en la ninez la ansiedad de la guerra.
La Segunda Guerra es para Virilio una de mas, una larga serie que se inicia con el primer asedio sobre la polis griega, donde todo estaba en orden. Alla lejos y hace tiempo estaban los objetos hibridos de Virilio: las esculturas en la polis, rodeadas de murallas, alejadas de las catapultas.
Veamos este escenario con un poco de detalle: al fundar una ciudad se convertia un espacio en un lugar y en ese lugar es donde las casas podian ser ahora hogares, donde se podia generar un pensamiento critico para discutir luego en el agora, un agora donde estaban los vivos acompaniados por las esculturas de los muertos, sepultados fuera de las murallas.
Mas alla de las puertas de la ciudad (puerta viene de portar el arado al momento de dibujarla circunferencia de la muralla protectora) esta el mal, la muerte, la desorganizacion, la entropia.
Para Virilio los males, los objetos-males rodeaban la ciudad pero la Modernidad acabo con todo: los ocupantes fueron sorprendidos dormidos y la ciudad fue abordada, destruyendose el lugar que se convirtio en espacio y el espacio en tiempo, la politica en estrategia, el entierro en morgues judiciales, el sujeto (muerto) en performador performado (vieron las caras en el subte?) y el objeto, vacio de sustancia, en un puro accidente.
En tanto accidente los objetos moviles, vectores de velocidad, avanzan entonces sobre los restos de la ciudad destruyendo todo lo que encuentran, convertidos en tecnologias del mal: el cuerpo es ahora un vehiculo de velocidad y todas las maquinas son maquinas de guerra. La economia es la mejor forma de guerra, hay que acopiar, armar, ahorrar. Miles de proletarios listos para ir a Vietnam o Afganistan o las Malvinas.
Sin embargo las Malvinas eran vigiladas por satelites, la forma final de la guerra veloz. Los militares aprenden de los cineastas y generan dispositivos de vision: la bomba inteligente observa, mide, apunta. Todo debe moverse. Esta prohibido detenerse. El centinela abrira fuego, decia la pared.
La guerra se llama ahora maquinas de vision. Entonces, es esta fase final de la guerra total ya no somos ni nos prolongamos en tanques, ni en jeeps, ni en lanzagranadas, somos camaras.
Las camaras son intercambiables, son terminales, son hibridas. Ya no queda ninguna fisura donde esconder el juicio reflexionante: no puede representarse porque solo hay tiempo real, en vivo, seniales.
Es el fin de la foto, el cine y el libro: todo se trascribe en infografias utiles. Los objetos no solo pierden su sustancia, pierden su materialidad, se vuelven virtuales.
Objetos muertos
Para Lash, Latour y Virilio merecen una correccion, porque tanto en uno como en otros se ha perdido la hermeneutica. Porque si bien ambos pueden describir la proliferacion y despliegue de los objetos, poco pueden decirnos de como interpretarlos, que decimos cuando hablamos de objetos.
Introduce aca a Walterm Benjamin que es heredero de una cultura protestante, esa que dice que Dios ya ha decidido por nosotros, solo podemos dejar que los objetos (imagenes, procesos, casas, chips, autos, sistemas operativos, fabricas, logicas, oficinas, etc) muestren, mejor dicho trasparenten si el destino nos ha elegido o no.
Para Benjamin la modernidad posluterana es un mundo de objetos muertos, el mundo mismo es un paisaje muerto, la naturaleza no tiene ninguna espiritualidad ni la historia significado.
Solo queda vagar melancolicamente en la chatarra, buscando superestructuras de significado, intentando inutilmente recuperar lo irrecuperable, avanzando hacia un horizonte siempre alejado, alejante, desoladamente.
Para Lash el dualismo de la epistemologia escritural se desvanece en el monismo radical de los objetos tecnologicos. Objetos diseniados a si mismos por sujetos diseniantes diseniados.
Las cosas son cada vez mas complejas (era evitable?) y para Lash podemos renovar una posicion reflexiva a condicion que asumamos que las topologias que nos regulan no son sociales sino cominicacionales y los flujos de imagenes, simbolos y expresiones son la base de la reflexividad cognitiva.