LuKasnet Blog

Es que como sucede en otras latitudes y longitudes entre usuarios de facebook y myspace, en Argentina hemos adaptado al perfil criollo las diferencias sociales digitales, cosa que se podría haber adivinado fácilmente leyendo un poco de historia.

Por acá nos hemos apropiado de las NTICS (nuevas tecnologías de la comunicación y la información, ja) a nuestro modo y lo que los jóvenes hacen es lo que hace miles de generaciones: agruparse en tribus, buscar un capital simbólico a disputar y lanzarse a la guerra.

Los floggers son los "facebookers argentinos": cambian seguido de celular, firman los fotologs para ganar visitas, consultan a sus cientos de contactos del msn sobre si cambiar de pareja, navegan horas por día y prefieren el diseño de intangibles de cualquier tipo y especialmente la publicidad como modo de empezar a ganarse la vida.

Y los cumbias? Pues adoran los videojuegos en cibers enrejados, hablan a los gritos de máquina a máquina, apologizan el "aguante" y el agite y privilegian apoyarse en lo grupal, en los cumpas.

Su predilección es asumir riesgos en el mundo real, como forma de reclutar la atención que los floggers obtienen firmando blogs.

Los cumbias no creen que la vida sea muy larga, pero los floggers no saben que algún día envejecerán.

Donde empezó esto?

Dirán que me voy al joraca, pero todo estaba en el primer cuento argentino: sí, en El Matadero, de Esteban Echeverria ya asoman unos y otros, es una cuestión de cuna.

El relato, escrito en 1838 y publicado en Buenos Aires recién en 1871, muchos años después de la muerte de su autor, describe un Buenos Aires que durante una inundación se queda sin vacas para el consumo.

Vaya, que casualidad! hoy, igual que en aquel ayer rosista, no había carne en ningún lado.

Logran llevar 50 animales al matadero y Echeverría usa esa metáfora para caricaturizar al gobierno de Rosas, al que se oponía entre otras cosas porque Argentina estaba en guerra con Francia e Inglaterra y Echeverria era de los que apoyaban a los europeos desde Montevideo.

Claro que no se puede leer aquella época con estos ojos, pero con las salvedades del caso el cuento desdobla a los habitantes de la ciudad en dos: por un lado los brutos federales, pobres, creyentes y conservadores y por otro los "salvajes" unitarios, vistos por aquellos como acaudalados extranjerizantes, mercantilistas improductivos y en definitiva unos miserables traidores a sus conciudadanos.

La imagen final de los pobres de la ciudad, que se quedan para luchar entre si por los trozos de carne que los carniceros del matadero habían olvidado, lo dice todo.

Pero volvamos a los chupines.

Por USA como estamos?

La selección de unas u otras aplicaciones de la web, según intereses de clase social y según agrupamientos de creencias grupales es de lo que estamos hablando, sobre todo leyendo a Danah Boyd.

Así como en USA los chicos buenos van a Facebook y representan la sociedad hegemónica, blanca, protestante y que acumula buenas notas en el secundario, los pibes MySpace vienen de los barrios latinos e hispanos, son inmigrantes adolescentes, pandilleros, antisociales y hasta terroristas si viene el caso, porque son sobretodo anti-blancos.

Son chicos cuyos padres no fueron a la universidad y que esperan entrar en el ejército apenas terminen el secundario, para que sus hijos si puedan.

Entonces, mientras que MySpace es el casino virtual de los soldados, Facebook lo es de los oficiales y por eso no sorprende que las Fuerzas Armadas hayan prohibido a sus reclutas el uso de MySpace, pero no así el de Facebook.

Como es la facebookización del mundo?

En Argentina las cosas vienen mas o menos así: un "flogger", para un "cumbia", es el que se la pasa el día en su fotolog, sacándose fotos pelotudas a si mismo, se pone remeras con el nombre de su fotolog y le firma el fotolog a otros.

También son llamados los electro glams, aunque estos serían en realidad un tipo refinado de floggers, favoritas presas de los "cumbias", "villitas" o simplemente "negros"; se peinan al costado, bailan música electrónica para youtube y usan los famosos chupines de colores llamativos.

Los cumbias (o negros, vale recordarlo), según los floggers, son los que hacen música con dos guitarras eléctricas desenchufadas y un rallador de queso que le afanaron al almacenero de la esquina, se hacen reflejitos rubios pero tienen la piel negra.

Por supuesto que es todo una simplificación gigantesca y que no faltan las guerras intratribales, floggers contra floggers, cumbias contra cumbias y todos contra todos.

Como las modas, las diferencias de gestos, creencias y clase se agrupan y se autoorganizan una vez más, como predijo Turing hace mucho, para generar nuevos patrones, en este caso identitarios.

Sea como fuere, cuidado con los chupines!

Así empezó la historia, veremos cuando se escriba el nuevo matadero...