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23 de Febrero 2008

Desposeídos

indios1.jpg Andaba con suerte así que me encontré con el libro de Silvia Ratto "Indios y cristianos, entre la guerra y la paz en las fronteras".

Porque si uno quiere rasjuniar un poquito lo que llamamos en estos días inseguridad hay que leer este texto, pero si se quiere entender la Argentina, tal como la padecemos, con más razón, porque se trata de la historia la frontera como zona de intercambio de símbolos, de la guerra del fuerte contra el débil (y las negociaciones de paz posteriores) y de los recursos de los poseedores contra los des-poseídos.

Es que la relación entre cristianos e indios ha sido una partida de ajedrez desde el principio. Hay un "línea de frontera" que divide y encuentra las aguas de las dos culturas que se inicia con la fundación misma de Buenos Aires.

Desde ese momento primario empieza a moverse, casi siempre a favor de mayores espacios para los cristianos y de tierras cada vez mas pobres para los indios.

La tensión que expresa esta línea divisoria, que parecía haberse esfumado con la "expedición al desierto" de Roca, en realidad a llegado hasta nuestros días tan vital como siempre, aunque estallada y convertida en un archipiélago y la verdad no sabemos de que lado hemos quedado parados.

El libro cuenta el estado de esta linea entre los años 1820 y 1880 aproximadamente, lo que no le quita nada de presente ni de futuro, por lo que vemos todos los días en Crónica TV.

La trama se inicia con una gran malón que asoló la provincia de Buenos Aires en 1853. Recuerdo que mi abuelo me enseño unos fierros pesadísimos detrás de la puerta de entrada en su casa de la niñez, que según me contó, servían para fijar las puertas para evitar que los indios entraran a la casa, a llevarse mujeres y chicos y dejar muerto cualquiera que pudiera defenderse.

La historia se desenrolla desde ahí describiendo la trama urdida por Rosas: el Negocio Pacífico, la gradación de los caciques según su posición en la red de poderes, las traiciones y los pactos cumplidos.

Los obsequios, el potlash, el captar los códigos del otro, Catriel, Calfucurá Yanquetruz van asomándose desde esa forma de documentar la historia que se anima a no rellenar con fantasías noveladas lo que todavia queda por investigar.

Se mencionan las cartas de Rosas recomendando fusilamientos encubiertos, el alcohol como control social descontrolado y los efectos del fusil, indefectiblemente barriendo todo hasta convertir al indio en ciudadano de segunda.

No quiero mezclar tampoco aquello con lo actual, es una metáfora no lineal, una alegoría; pero la verdad me hubiera gustado conocer el parecer de la autora sobre la linea Alsina, sobretodo ahora que han puesto nuevas garitas policiales en la Avenida Gral Paz que envuelve a Buenos Aires.

Publicado por lukasnet a las 23 de Febrero 2008 a las 09:59 PM

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