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14 de Noviembre 2007
Pasteras y otras yerbas
En cuatro pozos escavados a pocas cuadras de la Plaza de Mayo, en pleno corazón turístico de la ciudad de Buenos Aires, Daniel Schávelzon y sus ayudantes encontraron vasijas arrojadas en pozos de basura durante los siglos XVIII y XIX.
Los desechos del Convento de Santo Domingo (Avenida Belgrano y Defensa), de las casas de los Peña (San Lorenzo 392 esquina Defensa) y de los Ezcurra (Alsina 455), así como los de una fonda de trabajadores de la construcción de 1850 (Balcarce 433), se apilaron en el fondo de agujeros sobre los que luego se construyó arriba, hasta que recientemente fueron escavados.
Entre tanto desecho que salió a la luz, los arqueólogos extrajeron también una conclusión interesante: durante 200 años más del 90 % de las chatarras eran de origen importado, nos las vendían, bah.
En realidad la tendencia venía de antes: excavaciones en el Cabildo mostraron que, salvo en los sectores más populares, las tenencias de objetos importados rondaba el 80 % un par de siglos después de la fundación de la ciudad.
He hecho una pequeña excavación en mis cajones: debajo de pilas de papeles, posiblemente en el futuro producidos en la pastera finlandesa de Uruguay, han aparecido cuatro celulares que a esta altura ya no sabemos de quienes eran.
Una cosa es segura: hasta el último gramo de estos artefactos es importado.
Publicado por lukasnet a las 14 de Noviembre 2007 a las 09:56 PM
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Publicado por: Marcela Alejandra a las 25 de Septiembre 2008 a las 04:07 PM