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5 de Noviembre 2007
Hacia la ecología de la mente
Con la colaboración invalorable de Nacho y Caro, comenzamos hoy el primer curso que virtualmente ofreceremos en educ.ar, sobre el tema "Comunidades virtuales. De lo individual a lo colaborativo"
Quizás el título general pudiera modificarse en alguna próxima edición, dado que a mi entender las comunidades virtuales son espacios de colaboración pero también de competencia, de construcción de diferencias y de disputas por porciones del nunca tan ponderado como hoy saber-poder.
Me gusta lo que han propuesto algunos biólogos para describir los cardúmenes de tiburones o las bandadas de buitres: compitiendo por las presas establecen patrones de colaboración que emergen más allá de las intenciones de los hambrientos bicharracos, en determinadas condiciones por supuesto.
Que quiero decir? que la colaboración aparece independientemente de las intenciones de los nodos individuales, inclusive cuando estos creen que no forman redes colaborativas.
En este sentido el desafío es motivador, porque apuntamos a generar una comunidad virtual ad hoc en la que se verifiquen los mismos procesos que deseamos explicar con cierta rigurosidad crítica y porque lo haremos con docentes, algunos de los cuales ya han comenzado a participar con entusiasmo.
Hace unos años mi amigo Jorge Arabito lanzó una pregunta y quizás ni él mismo entendía las consecuencias de lograr responderla:
¿Como las comunidades virtuales pueden tomar conciencia de su existencia?
Parece una torpeza a primera vista, pero indagada con cierto ojo crítico la cosa no es trasparente por cierto. Porque que nosotros reconozcamos que la bolsa de valores toma decisiones como una especie de ser vivo, no quiere decir que la bolsa lo sepa. Más bien lo que sucede ahí es que estamos proyectando nuestra idea de subjetividad en una institución.
Es que en aquel momento, cuando Jorge lanzó su pregunta al final de una presentación que yo acababa de leer sobre el tsunami digital, lo que ahora entendemos por Web era una ecología menor, una especie de isla de los galápagos donde solo se veían bichos raros.
¿Como pensar que las comunidades mediadas digitalmente, a distancia, con capacidad de producir hechos sociales colectivos, podían tener alguna conciencia de sí más allá de las propias subjetividades proyectadas?
Pero hoy, mal que le pese a muchos literarios del mundo, la Web es el servicio más popular y potente de internet y aun más, su rápido crecimiento e incorporación a las actividades cotidianas tuvo su aceleración recientemente, con el desarrollo de una serie de tecnologías pensadas para integrar inteligencias.
Blogs, wikis, bases de datos en línea y redes sociales electrónicas, entre otras aplicaciones que ayudan a promover servicios, configuran un nuevo espacio social, como una gigantesca red social.
La propuesta de este curso es ofrecer una primera aproximación al entorno colaborativo en red como objeto de estudio, pero desde práctica.
Veremos como lo vamos construyendo.
Publicado por lukasnet a las 5 de Noviembre 2007 a las 04:42 PM
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Publicado por: Gabriela Domján a las 6 de Noviembre 2007 a las 09:35 AM